En el
crucero fluvial de Rusia (crucero fluvial rusia) hay
una visita muy curiosa que es ir a ver la Isla de Kizhi.
No
siempre se puede visitar, ya que para llegar a ella debes atravesar el lago Onega, segundo más grande de Europa y muchas veces tiene gran marejada y
debe anularse la excursión.
El
lago ocupa 9610 m2 sin contar la superficie de las islas (unas 1650). Las tormentas son muy frecuentes,
alcanzándose olas de dos metros y medio, factor que vivimos durante nuestro
viaje. Al atravesar el lago de noche comenzamos a notar un leve movimiento
del barco, que pronto se convirtió en bandazos, comenzaron a caerse las cosas
de las estanterías y de la mesilla, la gente empezó a salir alarmada al pasillo
y no sabíamos que pasaba. Ni os imagináis para poder llegar hasta la puerta del
camarote, tenías que aprovechar cuando la ola iba hacia ese lado y dejarte
caer…Al cabo de una hora o dos se calmó. Al día siguiente nos explicaron que
había una gran tormenta pero que el capitán lo había tenido dominado y que no
había peligro de volcar, aunque esa no era la sensación que tuvimos
desgraciadamente… Tras la visita que explicó un poco más abajo, teníamos que
volver a pasar por el mismo punto que seguía con tormenta, así que nos
anticiparon la comida y nos dijeron que por favor fuéramos a nuestros camarotes
y nos quedáramos allí para evitar lesiones. Quien no lo hizo se le cayeron
mesas encima o sillas y se lesionaron costillas y tuvieron que recibir atención
fuera. Con todo esto, se rompieron casi todos los vasos de los bares, las
televisiones de los sitios comunes, etc. Las olas llegaban a la tercera
cubierta, así que imaginaros la altura, lo único que de día no se pasa tan mal
como de noche, ya que al menos puedes orientarte e intentar nadar hacia la
tierra más cercana, aunque con lo grande que era el lago no sé si hubiéramos
podido intentarlo. Gracias a Dios, todo quedó en una anécdota.
Atravesando
el lago Onega llegamos a la isla de
Kizhi donde esta una de las iglesias
más bellas del país, la iglesia de la Transfiguración. Terminada en el 1714,
tiene una altura de una torre de doce pisos y cuenta con 22 cúpulas que van
ascendiendo al cielo apoyándose unas en otras y encastrando perfectamente entre
sí.
Esta
obra fue una obra de ingeniería de muy hábiles artesanos ya que hicieron el edificio sin usar ni un
solo clavo. Justo al lado está la Iglesia de la Intersección, que con sus
11 cúpulas hace que el conjunto tenga en
total 33, edad de la muerte de Cristo. En el interior de la iglesia tienen
una colección de iconos espectacular y los monjes nos deleitaron con un mini
concierto, del que vendían luego un CD.
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