Subiendo al Castillo Tintagel, Inglaterra

Tintagel es un pequeño pueblo de la zona de Cornualles que vimos en nuestro ultimo viaje  (viaje sur inglaterra). Ya de por si el pueblo tienen mcushimo encanto, aunque lo mejor es visitar su Castillo.

Para ello, subimos y bajamos en jeep porque con el carrito era demasiado el camino. No es difícil y es un paseo muy bonito, pero desde luego nosotros en el jeep fue en un segundo y sin cansarnos nada. El precio era bastante asequible (4 libras ida y vuelta cada adulto).

Las ruinas del castillo son impresionantes, tanto por la leyenda como por la localización. Aunque no queda mucho en pie, impresiona ya que esta en lo alto de unos acantilados y las vistas son realmente impresionantes. No quiero pensar como seria despertarse en cualquiera de las habitaciones y ver esos paisajes tan hermosos¡¡

Como había mcuhisimas escaleras, hicimos dos turnos, yendo ambos a la misma zona, aunque yo me aleje un poco más y seguir trepando la colina, aunque arriba había los restos de un pequeño teatro, un pozo y una ermita. Era más bonita la parte de abajo, aunque con más tiempo, hubiéramos subido por todos los caminos y escaleras que íbamos encontrando por el camino, porque la verdad que el sitio no tiene desperdicio.

El castillo en sí no pudo ser el del King Arthur, ya que fue construido en 1233 por un hermano del rey Enrique III, pero pudo estar sobre las ruinas del mítico castillo.

Son muchas las leyendas sobre este castillo, aparte de la de Arturo, como que se decía que vivía allí el Rey Mark el tirano que tenía orejas muy grandes, así que sufría constantes burlas y la gente le decía que eran de asno, de forma que cada vez que le cortaban el pelo, mandaba asesinar a sus peluqueros. Gobernaba Cornualles y parte de Bretaña. La leyenda dice que un músico mando construir gaitas con las cañas de la tumba de uno de estos peluqueros y que cuando las tocaban se oía: “el rey mark tiene orejas de asno”. 

Otra historia relacionada con la anterior que se desarrolló aquí fue la de Tristán e Isolda. Tristán era el sobrino del rey Mark, y le recomendó que no podía ser un solterón, que se casara, y lo hizo con Isolda, la hija del rey de Irlanda. La madre de ella preparó un filtro de amor para que se enamorasen ambos, pero lo bebieron finalmente Tristán e Isolda. Cuando llegaron a Tintagel mantuvieron su relación en secreto, aunque al final el rey se enteró. Finalmente, el rey los perdona y Tristán se va a Bretaña y se casa con otra. Cuando Tristán falleció, Isolda murió al ver su cadáver, así que el rey Mark trasladó ambos cuerpos a Tintagel y los enterró en la capilla del palacio. La noche siguiente una zarza salió de la tumba de Tristán y trepo hasta la de Isolda.