Una visita extraña, a la par de interesante, es ver las catacumbas
de Roma. Si las quieres conocer, el hacer
la excursión te ahorra mucho tiempo ya que los sitios están alejados unos de
otro. Mira más cosas que ver en Roma en viaje roma.
Comenzamos
con la Basílica de San Clemente
donde unas excavaciones de 1860 revelaron la primera basílica olvidada en el
piso inferior.
Después
fuimos a las Catacumbas de Calisto
que son cementerios subterráneos muy bien conservados. Se empezaron a hacer ya
que la ley romana prohibía enterrar a los muertos dentro de la ciudad. Las
necrópolis se hicieron fuera y al poco tiempo les empezó a faltar espacio y
comenzaron a excavar galerías subterráneas que terminaron siendo tan grandes
que unas se unían con otras. Se formaron extensos túneles con respiraderos,
lucernarios y pequeños espacios dedicados al culto, que actualmente se alquilan
para dar misas. Estas de Calisto eran tremendas, se veían túneles y túneles con
miles de agujeros. Los más antiguos son los de arriba, en algunas partes no
había luz natural y se movían con antorchas. Los sepultureros sufrían grandes
sobornos para que les dieran las mejores localizaciones. Dentro destacan la
cripta de los Papas y la de Santa Cecilia. No se podían fotografiar.
Por
ultimo fuimos a la Iglesia de los
capuchinos, al lado de donde partía la excursión, que tiene huesos de 4000
monjes organizados con formas raras, incluso formando objetos como un reloj.
Son seis criptas, aunque sólo tienen huesos cinco. La primera es la de la
resurrección, en la segunda no hay huesos y es donde se dice misa. La tercera
es la de las calaveras, objeto que se puede ver por doquier. La cuarta es la
pelvis, haciendo muchas de esas. La quinta es la de las tibias y fémures
destacando 18 cruces en el suelo que señalan sepulturas. La última es la de los
seis esqueletos. Dentro no se pueden hacer fotos tampoco.
Fuente foto wikipedia.org
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