lunes, 25 de julio de 2016

Recorriendo el Templo de la Literatura

En pleno centro de Hanoi, Vietnam (viaje vietnam), esta el Templo de la Literatura, que es el más importante de la ciudad, monumento histórico desde 1906. Es un centro de aprendizaje muy antiguo y venerado. Fue construido en el año 1070, en la época del rey Ly Nhan Tong, para rendir tributo a Confucio, aspecto extraño ya que la mayoría de templos del país son budistas. Desde su creación se usó como universidad o academia imperial, donde se formaban a los mandarines, sabios, eruditos y a las élites (burócratas, nobles, reyes...) encargadas de dirigir Vietnam, de forma que fue la primera universidad del país. Posteriormente, se permitió también el acceso a los estudiantes más notorios del país, aunque la dificultad era extrema y muy pocos lograban pasar los exámenes y obtener la nota máxima, cum laude. Por este templo pasaron muchos sabios, dejando los más importantes unas estelas esculpidas donde indicaban sus tesis, y que están sobre tortugas de piedras. También se han ido poniendo estatuas de Confucio, de sus cuatro mejores discípulos (Yan Hui, Zengzi, Zisi y Mencio), y de 72 eruditos confucianos. Funciono como universidad de 1076 a 1779. En 1802, los reyes Nguyen fundaron en Hue la nueva academia imperial, de forma que el templo de la literatura se convirtió en escuela. Como todo templo confucionista está lleno de banderas de Confucio (la formada por cuadrados de colores), de simbología y de ornamentación muy colorista.

Se pasa por cinco patios diferentes. Primero pasamos cuatro pilares de gran altura con inscripciones, y tras pasar la Gran Puerta de color blanco, nos metimos en el primer patio, una zona muy tranquila llena de árboles, flores, banderas donde los estudiosos se relajaban del bullicio del mundo exterior. La Gran puerta tiene tres aberturas. La del centro era usada sólo por el monarca, la de la izquierda era para los mandarines administrativos y por la derecha entraban los mandarines militares.



El segundo patio era muy parecido al primero. Es otra zona de relajación para ir preparando la mente y para evadirse de la ciudad, cuyo ruido prácticamente no se oía a pesar del grandísimo caos. Los jardines estaban muy cuidados, habiendo incluso una jardinera arreglando las flores. La entrada era a través de la puerta roja grande y la salida por la vertical, llamada "Constelación de Literatura" que data de 1805 y tiene una campana de bronce que suena en ocasiones especiales. Esta última tiene arquitectura típica vietnamita y es icono del país, saliendo en los billetes de 100.000 VND. Tiene otras dos puertas pequeñas que son la "magnificencia de las letras" y la "cristalización de las letras" dedicadas a la belleza de los contenidos y a la forma de la literatura. Por esta puerta accedimos  al tercer patio del que destaca el gran estanque que hay en el centro, el "pozo de la claridad celestial". A los lados, diversos pabellones guardan las estelas anteriormente indicadas. La historia de las mismas se remonta a 1484, cuando el rey Le Thanh Tong erigio 116 estelas de piedra tallada con tortugas azules con adornos elaborados para honrar el talento y fomentar el estudio. Con estas estelas, los habitantes de Vietnam han podido estudiar cómo eran sus antepasados, ya que reflejan aspectos de la cultura y educación del país. El nombre, lugar de nacimiento y logros de los hombres doctorados en humanidades en los exámenes trienales durante los 700 años que funcionó la universidad, están esculpidos en esas estelas, de las que se conservan 82, desde 1442 hasta 1779. La primera de todas está en un pabellón aparte y es ante la que yo salgo. Los estudiantes que obtenían las notas más altas se consideraban sabios y hacían las estelas. Al mejor de todos los estudiantes se le daba un kimono con dragones que sólo podía usar él, comparable con el que usaba el monarca de Vietnam. Todos los que conseguían terminar los estudios volvían a sus pueblos siendo importantes. Como curiosidad destacar que los estudiantes tocaban las cabezas de las tortugas para que les dieran una vida larga y la grulla para aprobar.



Accedemos al cuarto patio, donde lo más característico es el templo. Este patio es famoso por tener en su templo la imagen de Confucio y la de sus cuatro principales discípulos, la "casa de las ceremonias". Delante del templo, se ve una urna con incienso flanqueada por dos dragones. A los lados del templo principal, hay dos salas donde tienen altares los 72 discípulos más distinguidos de Confucio y Chu Van an (rector de la academia imperial).



El quinto patio es donde se encuentra la universidad en sí. Fue destruida en parte en 1947 por bombardeos, aunque se reconstruyó en el 2000. Ahora mismo, uno de los edificios está lleno de símbolos que reflejan los estudios que se daban aquí, los talentos, las tradiciones nacionales y la cultura. Justo antes de entrar en el principal pasamos por otro edificio donde había unas músicos tocando instrumentos típicos vietnamitas. La parte superior está dedicada a los tres monarcas que más contribuyeron a la fundación del templo y de la academia: Ly Thanh Tong (1023-1072) que fundo el templo en 1070; Ly Nhan Tong (1066-1127) fundador de la Imperial Academy y Le Thanh Tong (1442-1497) quien ordenó la construcción de la estelas con la tortuga en 1484.. Además, en este patio hay dormitorios, un almacén de bloques de impresión de madera, un tambor y una campana. La academia era dirigida por un rector ("Te tuu") y un vice-rector ("Tu Nghiep"). Los profesores de la academia tenian diferentes títulos: "Giao jue", "Truc Giang", "Tro giao" y "Bac si". La mayoría de los estudiantes ("Giam sinh") aprobaban un examen regional de ingreso ("huong"). Una vez que entraban, se dedicaban a estudiar literatura, filosofía, poesía, etc. Tenian cuatro libros fundamentales que estudiaban, más cinco confucianos, poesía e historia de China entre otros. Los estudiantes se quedaban entre tres y siete años. Tenian exámenes cada mes y cuatro exámenes finales por año. Si algún estudiante sacaba máxima nota en ellos, llamados Hoi, hacia un examen en la corte, llamado Dinh, donde el propio rey planteaba las preguntas.





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