Ir a Holanda es sinónimo de ver canales, tulipanes si vas
en la época propicia, y zuecos, muchos zuecos.
Nosotros
los vimos en nuestro viaje a Bélgica y Holanda . Si tienes suerte y buscas
un poquillo, puedes ver cómo los fabrican de forma artesanal, que es bastante
interesante.
Los zuecos decir se hicieron indispensables debido a la
naturaleza pantanosa y todos los canales que hay por las ciudades y
pueblos, aparte que es muy habitual que llueva y que el suelo esté resbaladizo.
Aparte está relacionado con algunas
tradiciones como por ejemplo que cuando se cruzaban esclusas a lo largo de los
canales, existía la costumbre de que
el barquero lanzara al guarda del canal su propio zueco en el que contenía la
moneda del peaje. También en el refranero holandés dicen “mi zueco se rompe” para expresas
consternación o una desgracia irreparable, ya que es muy raro que esto suceda.
Los zapatos de madera han sido populares en los Países
Bajos durante 700 años. Los que lo usaban afirmaban que los zapatos son cálidos
en invierno, frescos en verano y dan base a una buena postura. La madera
absorbe el sudor para que el pie pueda respirar. Los zapatos de madera son
iconos de la cultura holandesa de forma que los jóvenes durante la presentación
de sus novias aparecen con un par de zapatos de madera tallada.
Desde
luego, puedes encontrar todo tipo de zuecos, desde zapatillas muy divertidas
para estar en casa que divierten muchísimo a los niños, como zuecos de dudosa
fabricación (diría que chinos por sus terminaciones) como encontrar algunos de
gran calidad. Lo mejor es que si quieres unos artesanales visites una fábrica
de los mismos. En estas fábricas te enseñan que pueden hacerse de varias
formas. Hoy en día lo más normal es que
hacen pequeñas hendiduras manuales pero luego los vacían y pulen con máquinas,
como vimos en una tienda-fabrica que hay en Marken en Holanda.
Aunque
también los hay artesanales puros y duros, donde van vaciándolos
con herramientas y maña, y luego los lijan a mano también. Este proceso
requiere muchas horas. Lo vimos cuando asistimos al mercado del queso en
Alkmaar, y fue toda una experiencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario