Un monumento bonito de ver son las Termas de Caracalla, en Roma (viaje roma). Están un poco más alejadas, pero que
merecen una visita. Era el edificio destinado a baños en la Época Imperial y
sus ruinas son las más grandes e este tipo conservadas. Se construyeron en el
siglo III. El edificio fue destruido por un terremoto en el 847 aunque desde el
537 no se usaban porque los canales de agua resultaron destruidos en una
guerra. Fue construido sólo en 5 años, un gran logro de la ingeniera romana.
Dentro
había grandes termas usadas conjuntamente por ambos sexos, vestuarios,
gimnasio, una parte al aire libre donde practicaban la lucha cuerpo a cuerpo,
etc. Para bañarse, primero pasaban por el caldarium que como su nombre indica,
tenía agua caliente, de ahí al tepidarium donde había dos grandes bañeras a
ambos lados, por ultimo iban a la natatio que era una gran piscina descubierta.
Para calentar el agua usaban un horno interior y otro exterior que avivaban los
esclavos. En función de la habitación y piscina, el agua estaba a una
temperatura.
Como
curiosidad decir que a principios del siglo XX el diseño de las termas se
utilizó de base para el diseño de la Estación de trenes Pennsylvania en Nueva
York y que el edificio de la Asamblea Nacional de Bangladesh también se inspiró
en él. Las ruinas sirven de fondo para la temporada de ópera del Teatro
dell’Opera di Roma cada verano.
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