Igual
que hablábamos de tener que visitar Uglich en cualquier viaje a Rusia (crucero rusia),
hay otra ciudad del anillo de oro imprescindible que es Serguiev Posad.
En ella, destaca el Monasterio de la Trinidad y San Sergio,
patrimonio de la Humanidad desde 1993.
En
este complejo pudimos observar las diferencias entre la iglesia ortodoxa y
cristiana tanto la diferente cruz que poseen, cómo es una misa ortodoxa, la
comunión, hasta vimos a monjes que iban a tomar votos ese día.
Tuvimos la gran suerte de poder ver un trozo de la misa
ortodoxa, que nos permitió ver muchas
características de la religión ortodoxa. Para
entrar a la iglesia, nos tuvimos que tapar las mujeres con pañuelo o sombrero
la cabeza. Además, nos quedamos atrás sin hacer mucho ruido para no molestar.
Así pudimos ver que todos se quedaban de
pie, excepto los más ancianos que se sentaban en pequeños bancos contra las
paredes.
Las misas son bastante largas, de 3 a 4 horas además que se
hace cantando, sólo con la voz humana, como se hacían antiguamente en el
cristianismo.
Cuando
entran en las iglesias, los ortodoxos dan una vuelta alrededor del templo,
besan los iconos, encienden velas ante ellos, rezan. Pueden llevar hasta la
puerta septentrional del iconostasio un pequeño pan de forma redonda, llamado
“prosfora”, es decir, “ofrenda”, y dárselo al diácono o ministro junto con una
lista donde se recuerda a los vivos y a los muertos.
Llama
la atención también que se santiguan al
revés, de derecha a izquierda y en contra de lo que hacemos en el cristianismo,
que nos santiguamos pocas veces durante una misa, en las ortodoxas se santiguan
muchas veces y muy seguidas.
Aunque lo más carismático de ver una
misa es ver el iconostasio abierto ya que durante la misa el cura lo abre y
está en el medio dando la misa de espaldas a los fieles cantando. En Rusia tenían hasta 4 filas de iconos
representando a la virgen, los santos, escenas de la biblia, etc.
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