viernes, 22 de julio de 2016

Recorriendo el barrio rojo


A cualquiera que le pregunten por el barrio Rojo lo ubica inmediatamente en Ámsterdam. Es una zona que recorrer y ver, aunque sea la menos por curiosidad que recorrimos en nuestro viaje a la ciudad tras visitar Bélgica y Holanda (viaje belgica y holanda
).

Hoy en día sigue existiendo, aunque no hay tanta prostitución como antiguamente, y tiene por característica sus famosas luces rojas, que indican que se está trabajando y que se pueden alquilar sus servicios. Es curioso que ha ido evolucionando y que también hay luces azules que indican que en ese establecimiento son transexuales.

En la zona es corriente ver de repente los escaparates donde se exhiben las prostitutas, o callejuelas más pequeñas con sus luces rojas y con las chicas que a veces salen afuera, etc. Nos dijeron que son 50 euros una hora de media, aunque las chicas pueden negociar con los clientes directamente. Dentro, tienen un botón para pedir ayuda en caso de necesidad y todo está perfectamente regulado.

Además, el barrio en si está lleno de sitios interesantes como la más antigua cordonería del mundo, la calle más estrecha de Ámsterdam o numerosos coffee shop en los que elegir la calidad que quieras a un precio medio como nos comentaba el guía de 8 euros 1 gramo.

En pleno barrio está la  Old Church que es una iglesia protestante. Si tienen un gallo arriba significa que es católica. Si es una corona es que los reyes hicieron algo en la iglesia. En esta plaza redonda casi todas las tiendas son también prostíbulos, lo que es muy chocante al ver la iglesia que domina todo.

Cerca de la iglesia hay una casa que tiene una iglesia en su ático. Sólo quedan dos en la ciudad y era de cuando no se podía decir qué religión profesabas y así la gente iba a misa sin que se supiera que eran católicos. No subimos porque cuesta la friolera de 13 euros y el guía nos dijo que no merecía la pena.

Por el camino también se pueden ver varios meaderos para chicos directamente en la calle, al borde de los canales y fácilmente identificables por el “grato” olor que notareis…En la ciudad hay cuatro esclusas para ir renovando el agua y que no esté estancada. Incluso aún queda alguna casa que sólo tiene acceso por barco en lugar de aceras.


La idea es que deis unas cuantas vueltas por la zona e intentéis respetar el trabajo de las prostitutas, sabiendo que no se las puede fotografiar, aunque al final tendréis más de una foto con “intrusos” no deseados.

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