En pleno centro de Roma (viaje roma) hay varios monumentos interesantes
que ver. Uno de ellos es el Panteón de Agripa que es un templo circular dedicado a todos los Dioses. En la ciudad se le
conoce popularmente como La Rotonda.
En el
pórtico de entrada se lee “Marco Agrippa, hijo de Lucio, cónsul por tercera
vez, lo hizo” aunque luego se descubrió que no fue verdad ya que le Templo de
Agripa fue destruido y el existente es una reconstrucción de tiempos de
Adriano. Se cambió la orientación respecto al panteón precedente.
En su
origen era un templo consagrado a las siete divinidades celestes de la
mitología romana: el sol, la luna, y los cinco planetas (mercurio, venus,
marte, júpiter y Saturno). Cada uno tenía asignado uno de los siete templetes
del interior.
La
sala es una esfera perfecta, el símbolo del universo y en el centro arriba en el techo está el óculo de
9 metros de diámetro. Esta siempre abierta y entra luz y lluvia que es evacuada
por el suelo del edificio. Es el primer caso de un templo pagano convertido al
culto cristiano por lo que permaneció intacto y en uso ininterrumpido. Dentro
hoy en día está la tumba de Umberto I, la de Raffaelo Sanzio, la de Vitorio
Emanuelle II, la capilla de la madona de la Clemencia o la de la anunciación
entre otras.
Aunque
en verdad, en toda esta zona encuentras andando muchísimos monumentos, como la
Fontana, el Panteon o la Plaza de piedra con el Templo de Adriano o Hadrianeum que fue construido en el 145 DC. Fue
erigido en honor al emperador Adriano. Del templo sólo se conservan once
columnas corintias de 15 metros de altura sobre un podio de cuatro metros de
altura. El edificio funcionó como Bolsa de Roma. Tenía originariamente 15
columnas y relieves que representaban las distintas provincias del Imperio.
Alguno de estos relieves se conservan y están en el Museo del Capitolio.
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