lunes, 23 de mayo de 2016

Visitando Estrasburgo, Francia

Estrasburgo es capital y principal urbe de Alsacia y del este de Francia y nosotros la vimos al recorrer la Alsacia (viaje alsacia y selva negra). Es capital del departamento del Bajo Rin. Su centro histórico está declarado Patrimonio Unesco de la Humanidad desde 1988. Es la octava ciudad de la lista mundial de ciudades organizadoras de congresos, por detrás de París y por delante de Barcelona.

Según una leyenda, Estrasburgo fue fundada en la antigüedad por Trebeta, hijo de la legendaria Semíramis de Babilonia, aunque las investigaciones arqueológicas han señalado el origen romano de Estrasburgo fechando oficialmente la fundación de la ciudad en el año 12 a. C. por el general Druso el Mayor a partir de un Castrum, o campamento para las legiones, bautizado con el nombre de Argentoratum.
En los tres últimos siglos, Estrasburgo cambió repetidamente de manos, pasando de ser posesión francesa a alemana y viceversa. Por ello y por su situación geográfica central dentro de los miembros de origen de la unión, Estrasburgo es sede de Instituciones y Organismos de la UE y el Consejo de Europa como el Parlamento Europeo, donde pocos días antes ir aprobaron la doctrina Parot que sacó fuera de la cárcel, desgraciadamente, a un montón de terroristas. Por todo ello la ciudad es considerada como la capital de la UE. Sin embargo, importantes órganos y agencias de la Unión tienen su sede en otras ciudades, tal es el caso del Banco Central Europeo (Frankfurt), el Banco Europeo de Inversiones (Luxemburgo) y la AEMA (Copenhague).


El centro histórico de Estrasburgo es la Grande Île, una isla en el río Ill. Fue nombrada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 1988. En aquella época, el Consejo Internacional sobre Monumentos y Lugares consideró que la Grande Île es “un barrio antiguo ejemplo de ciudad medieval”. Para marcar el estatus de la Grand Île como Patrimonio de la Humanidad, hay 22 placas de latón colocadas en los puentes que permiten acceder a la isla. La entrada a la isla es mediantes los Ponts Couverts (los puentes cubiertos) que son unas fortificaciones erigidas entre el año 1228 y 1234. Estas torres marcan la entrada a la Petite France y al centro histórico de Estrasburgo.
Aquí se encuentra la catedral de Estrasburgo, por la que la ciudad es conocida principalmente, realizada en piedra arenisca y que ostenta un famoso reloj astronómico. Se trata de la cuarta iglesia del mundo en altura y un ornamentado ejemplo de la arquitectura gótica del siglo XV. La catedral fue construida a lo largo de cuatro siglos entre el año 1015 y el año 1439, y es considerado un ejemplo destacado de la arquitectura del arte gótico tardío, acumulando la maestría de diferentes arquitectos venidos sucesivamente de Borgoña, el reino de Francia y del Sacro Imperio. Para su construcción combinaron los estilos de obras como las catedrales de Sens, una de las primeras del gótico, Chartres, Notre-Dame de París, Notre-Dame de Reims y otras catedrales de Suabia y Bohemia. Su única torre campanario de 142 metro de altura fue la más alta del mundo durante más de dos siglos, hasta que fue superada por Colonia. El frontispicio o fachada principal es uno de los elementos de la catedral más ricamente ornamentados, donde destacan los tímpanos que rematan los tres portales decorados con diversos grupos escultóricos inspirados en hechos de la vida de Cristo y que se coronan cada uno por un doble gablete.



En la plaza destaca también la Casa Kammerzell, que conserva el nombre del tendero que la habitaba en el siglo pasado, pero en realidad el constructor de la casa fue Martín Braun, un rico mercader de quesos que en 1587 decidió transformarla. Sobre la antigua planta baja de piedra construyó tres nuevas plantas en estilo alsaciano con entramado de madera pero agrego una suntuosidad de un príncipe, abrió unos amplios miradores con setenta y cinco ventanas ornamentadas con motivos inspirados en la Edad Media, la Biblia y la antigüedad clásica grecorromana con estilo renacentista.


En plena plaza enfrente de la catedral, encontramos el primer mercadillo navideño lleno de comida, suvenires, etc. El segundo gran mercado que vimos fue al lado de las Galerías Lafayette, con un árbol gigantesco y un pueblecito en miniatura. Vimos más mercadillos por el camino, uno de Croacia cerca de la catedral, otro a la entrada de la pequeña Francia... pero no eran muy destacables. Lo que sí que era impresionante era la decoración navideña de las casas y tiendas por las calles principales. Simplemente nos dejaron sin palabras, y nos llevó a pensar que era la ciudad más bonita de todas las que visitamos.







Por ultimo, debes hacer una  visita a la Petite France, realmente increíble con sus edificios de madera en blanco y negro llamados renanos, que eran antiguas casas de pescadores.



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