jueves, 19 de mayo de 2016

Visitando el Castillo del Conde Drácula, Rumania

En contra de lo que pensamos nosotros, para los rumanos Vlad Draculea fue un héroe ya que defendía los intereses e independencia del país. Por ello, no le dan mucha publicidad a la figura malvada que se ha asociado más por el cine y las películas que han surgido a partir de ciertos comportamientos más malvados de este personaje. En 1976, el gobierno comunista de Ceaucescu lo declaró Héroe de la nación al cumplirse el V Centenario de su muerte.
Su castillo es el Castillo de Bran, fortaleza medieval húngara construida por caballeros de la Orden Teutónica en 1212, cuando fueron recibidos en el Reino de Hungría, después de ser derrotados por los sarracenos en Tierra Santa y regresaron de Palestina a Europa. El edificio está construido sobre lo alto de una colina. El original fue elaborado en madera. Tiene cuatro torres distintas en cada uno de los puntos cardinales. La construcción cuenta con cerca de 30 hectáreas, y está rodeada de un alto muro de piedra calcárea. Si bien esa pequeña fortaleza fue arrasada con el paso del tiempo y recibió las arremetidas de las hordas tártaras en 1241, la estructura actual fue erguida por órdenes del rey Luis I de Hungría en el 1377, para cumplir una función comercial y defensiva contra el voivoda de Valaquia.

Este castillo es famoso por la creencia de que había sido el hogar del Vlad Draculea  en el siglo XV. Sin embargo, no hay evidencias de que el Vlad viviera allí en persona y, según la mayoría de versiones, el Empalador pasó sólo dos días en el castillo, encerrado en una mazmorra, cuando la región estaba ocupada por el Imperio otomano.
En la literatura y el cine, Vlad sirvió de inspiración en el género de terror y de vampiro, ya que se dice que Vlad bebía la sangre de sus víctimas en copas mientras comía delante de los empalados, aunque en verdad este hecho se puede atribuir a la Condesa Erzsébet Báthory (1560-1614), que mató a cientos de doncellas para beber su sangre y beberla pensando que así se mantendría joven como vimos en Holanda (Viaje Holanda y Belgica). Con ambos Bram Stoker modeló a Drácula, escrita en 1897. Se han realizado infinidad de películas sobre el personaje pero casi siempre desde la perspectiva del vampiro y no de su biografía real. Existe una película rumana "Vlad Ţepeş" de 1979 que sí es histórica, donde Tepes es presentado como un héroe nacional. Asimismo, el libro llamado “La historiadora” es una obra que narra, en tres épocas diferentes, la búsqueda de la tumba de Vlad Tepes, describiendo al mismo tiempo su vida como figura histórica y el mito de Drácula construido a su alrededor. Es la primera novela escrita por Elizabeth Kostova. Igual que Stroker se basó en la figura de Vlad, también se inspiró en este castillo, así como la meca del cine, conociéndose como el Castillo de Drácula. La gente local rehúye de dicho nombre, pero por otro lado lo aprovechan al máximo vendiendo objetos de todo tipo en los tenderetes cercanos...
Por dentro, el castillo se notaba que esta restaurado, con paredes blancas y mobiliario de madera oscura. Pudimos ver tanto comedores, salones, sala de juegos, etc. incluso dormitorios, siendo dos los más importantes porque están conectados con las piezas reales y es donde, según cuenta la leyenda, las princesas y jóvenes mujeres eran retenidas.







Hay un pasadizo oculto que comunica la primera planta con la tercera del castillo. Es súper angosto, con escaleras donde prácticamente no te caben los pies y muy empinado y sólo hay una cuerda para sujetarse y poder trepar, pero aun así logramos subir sin problemas.




También pudimos ver diversos escudos de las regiones de Valaquia, Transilvania, así como armaduras y armas. También vimos las curiosas ventanas que tenían donde se podía girar la parte de madera para atacar con flechas o escopetas a los asaltantes que quisieran llegar al castillo. Esto fue importante ya que durante la edad media sirvió para defender el camino comercial que comunicaba Valaquia con Transilvania.


Este castillo tiene también otras leyendas como que los niños encantados por el flautista de Hamelin llegaron hasta Transilvania por medio de las grutas de ese lugar o la sospecha de que durante el comunismo, el corazón de la reina María de Sajonia fue puesto en ese lugar, en secreto, en una vasija de plata adornada con 307 joyas. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario