La cremación de los cadáveres es un rito llevado a cabo
por la sub-casta de los doms. La pudimos ver en Benares, en nuestro viaje a india
Su religión narra que en una ocasión los sacerdotes
brahmanes encontraron el pendiente (manikarnika) de Sati, consorte de Shiva,
pero se quedaron con él. Fueron castigados por este hecho por el propio Shiva
que degradó a los sacerdotes de Benarés desde la casta de los brahmanes hasta
doms y les mandó que se encargaran para siempre de las piras funerarias. Los
doms siguen ocupándose de esta misión y del mantenimiento de los ghats
crematorios. Pertenecen a una casta humilde (intocables) pero su ocupación es
hereditaria. Reciben unos honorarios que pueden oscilar bastante dependiendo de
la riqueza de la familia del muerto.
La familia a cargo del ghat no interviene físicamente en
la ceremonia pero se encarga de proporcionar la leña para el fuego (250kg) y de
proporcionar el fuego con el que se incinera el cadáver, cuya llama lleva más
de 200 años encendida. En Benarés tienen lugar al año más de 3.000 cremaciones
que se suceden de día y de noche.
La función se realiza en determinados ghats exclusivos
para los muertos; estos ghats son: Jalasayi, Harish Chandra y Manikarnika. Este
último es el más antiguo y el que vimos.
En el centro del ghat hay un pozo (kund) que Visnú excavó
con su disco antes de que el Ganges fluyera aquí. Los cadáveres se envuelven en
un sudario y tocan el rio, a la par que se dejan caer 5 gotas dentro de su
boca. Después en una camilla de bambú, los portadores lo llevan a la pira,
donde el primogénito da tres vueltas alrededor del cadáver y comienza la
cremación. De vez en cuando se oyen ruidos secos, desgraciadamente son las
cabezas explotando que para ellos es la señal de que el alma se ha ido. Una vez
quemado el cadáver, un pariente lleva una jarra con agua del río y rocía la
pira. A continuación se echan los restos mortuorios al río Ganges.
Los hijos se rapan el pelo dejando sólo una pequeña coleta
en la mitad de la cabeza y se visten con túnicas blancas.
En este ghat, unos niños nos dieron una vela puesta sobre
una flor, que tiramos al Ganges con un deseo que se cumplirá ya que no se apagó
la vela.
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