En nuestra ruta por la Toscana (viaje toscana), visitamos muchísimos pueblos
medievales. Uno de los que más me gusto fue San Gimignano, al que acudimos para ver supuestamente la Ferie
delle Messi, pero cuál fue nuestra sorpresa cuando pudimos aparcar sin
problemas y llegamos a la entrada del pueblo, donde se anunciaban las fiestas
para una semana después de lo que ponía en internet. Así que tuvimos que hacer
encaje de bolillos, y en vez de ir al final hacia la región de Umbría,
decidimos bajar desde Florencia pasando otra vez por el pueblo para ver algo de
las fiestas, y fue todo un acierto :)
San Gimignano es un pequeño pueblo amurallado de
origen medieval, erigido en lo alto de las colinas de la Toscana. En este
pueblo destacan sobre todo sus torres y la arquitectura medieval de sus calles,
así que el centro ha sido declarado Patrimonio
de la Humanidad por la Unesco en 1990. Ha
logrado conservar cerca de 15 de sus 72 torres de diferentes alturas que se han
convertido en su símbolo internacional. El corazón de la ciudad tiene
cuatro plazas: Piazza della Cisterna, Piazza Duomo, donde está la colegiata,
Piazza Pecori, y Piazza delle Erbe, todas unidas entre sí. Las calles
principales son Via San Matteo y Via San Giovanni, que cruzan la ciudad de
norte a sur.
En este primer pueblo empezamos a ver todo lo
típico de los pueblos de la Toscana, pueblos
pequeños, de piedra, con calles estrechas y muchas cuestas, todo lleno de
tiendas de recuerdos y sobre todo comida y vino. También vimos cómo ponen
los titulares de los periódicos para que los lean o los tablones con los
difuntos del pueblo.
Visita obligada es la heladería Dondoli. Son innumerables los premios que tiene al mejor “gelato del mundo”. Mira mi tip probando el mejor helado del mundo
En la plaza del Duomo se pueden ver la catedral a
la que no pudimos entrar por estar en misa y el Palacio Comunal, en un tiempo
sede del podesta (primer magistrado de las ciudades del centro y norte de
Italia). El podesta reemplaza el consejo de los cónsules que gobernaba los
municipios medievales a partir de finales del siglo XII. Este cargo,
contrariamente al de cónsul, tenía que ser ejercido por una persona que no
perteneciera a la ciudad que tenía que gobernar, para así evitar su implicación
personal en las controversias y garantizar así la imparcialidad en la
aplicación de las leyes. Por ello, también se le denominaba podestà extranjero.
El podestà era elegido por la principal asamblea del municipio y su cargo
duraba de 6 meses a un año. Duraron hasta 1926 con la época fascista
reemplazándolos por alcaldes y consejos municipales.
La Ferie delle Messi la celebran cada junio y representa la celebración
que se hacía en la época medieval por la cosecha. Lo que pudimos ver nosotros
fue la banda tocando por las calles acompañados por los portadores de las
banderas, que iban recorriendo todas las plazas hasta llegar a las murallas,
donde hicieron un espectáculo bastante original de lanzamiento de banderas. Era
increíble ver cómo retumbaba el sonido de las trompetas y tambores por las
calles de edificios de piedra.
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