Una de las mejores formas
de recorrer India es en tuctuc. Nosotros cogimos dos, uno en Benarés, Vanarasi
y otro en Jaipur. Puedes ver más detalles del itinerario en viaje india.
En
Benarés, el paseo en tuctuc te permite respirar la esencia pura de India. Todo era impresionante,
el caos, la suciedad, el tráfico...No
sabías dónde mirar ni dónde hacer fotos. Por el camino vimos los animales
descansando en cualquier lado...Incluso pudimos ver una vaca dentro de una
tienda¡¡¡¡ Para ellos, las vacas son sagradas y usan su leche, excrementos,
orina, la piel al morir, pero nunca su carne. Aunque parece que están
abandonadas, todas ellas tienen su dueño. Llegan al punto de que existen
bastantes hospitales y residencias para las vacas. También observamos
encantadores de serpientes o cosas tan extrañas como trasportar una escalera,
mundo indio, no hay explicación...
En
esta ciudad hay tanto caos, tanta gente, las calles son tan estrechas, que
apenas puedes avanzar dos metros sin darte con alguien, teniendo que esquivar
algo, etc. Los tuctuc se caían a pedazos, y en más de un momento pensábamos que
daríamos con las posaderas en el suelo, jejeje.
Lo
bueno de ir tan despacio, es que podías ir viendo a los peregrinos, vestidos de
naranja, que iban a hacer sus ofrendas al rio Ganges, las tiendas donde vendían
saris y que no paraban de hacernos fotos, las motos con 4 o 5 personas encima,
en fin, todo¡¡
En
Jaipur, es muy fácil cogerlos. En la plaza principal
hay una parada donde esperan a los turistas que quieran dar una vuelta. El
precio, por supuesto, súper económico ya que estamos en India. Los tuctuc están
muchísimo más cuidados que en Benarés, y el paseo es más tranquilo, ya que
excepto la rotonda gigante, el resto de la ciudad es bastante reticular, así
que el trafico va más ordenado y no hay tanto caos.
Desde el tuctuc se aprecia
muy bien las avenidas principales y puedes ir viendo porque se le llama la
Ciduad Rosa a Jaipur, con todas las fachadas pintadas de este color, tradición
que viene de 1905 cuando el príncipe Gales visito la ciduad y se pintaron todos
los edificios. Ahora se mantiene como símbolo de suerte.
Por el camino ves también
el Palacio de los vientos, mucha gente viniendo en la calle, puestos
ambulantes, grandes puertas de entrada a palacios, etc.
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