De la zona este de la Toscana, en pleno Valle de
Orcia, Patrimonio de la Humanidad desde 2004, caracterizado por sus llanuras
amarillas y verdes, típicas de un paisaje de la Toscana (viaje toscana), destaca el
pueblo de Pienza.
Pienza es considerada la encarnación de la utopía
renacentista de la "Ciudad Ideal" ya que sigue siendo un ejemplo
llegado hasta nuestros días de los cánones urbanísticos del Renacimiento en
cuanto a la organización racional del espacio y a la perspectiva de las plazas
y los palacios del siglo XVI.
El Duomo
domina el centro de la plaza y tiene una fachada que es una de las más antiguas
diseñadas al estilo renacentista. Aunque la división tripartita es
convencional, el uso de pilastras y de columnas, en pie sobre altas molduras en
forma de dado y unidos por arcos, era una novedad para su tiempo. Las naves
laterales son casi tan altas como la central, lo que supone una planta de nave
triple que recuerda a la Hallenkirche alemana por la influencia del Papa Pío II
que sirvió durante muchos años en Alemania.
En la plaza también vemos el Palazzo Comunale. Puesto que Corsigniano era originalmente un
pueblo sin municipio propio, antes de las transformaciones no había
ayuntamiento alguno. Pero cuando Corsigniano obtuvo el estatus de una ciudad
oficial, se necesitaba un Palazzo Comunale, aunque era más que nada para
presumir. Tiene una logia en la planta baja y encima la sala del consejo; se
añadió una tercera planta en 1600. Tiene también un campanario de ladrillo que
es, sin embargo, más bajo que su equivalente religioso, para simbolizar el
poder superior de la iglesia.
Aunque lo mejor del pueblo es perderse por sus calles, ir por los laterales y llegar al mirador desde donde se ven unas
vistas espectaculares del Valle, como puede verse en las fotografías
Y, como he dicho, perderse por sus calles y ver
la piedra desvencijada, las ventanas abiertas, la gente teniendo la ropa, la
señora mayor sentada en una silla viendo a los turistas pasar, etc…
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