El
barrio judío de Praga es un lugar muy interesante de recorrer, con muchos
puntos atractivos como veremos a continuación y con una gran carga histórica y
emotiva. Nosotros lo visitamos en un Crucero que hicimos por el Danubio en el
que hicimos una pequeña extensión a Praga (crucero danubio y Viaje a Praga).
Según antiguos relatos
escritos por un comerciante judío, la primera comunidad se habría establecido
en Praga ya en el siglo X. Después de la primera masacre conocida, durante la
primera Cruzada en el año 1096, los judíos se habrían concentrado en un barrio
cerrado por un muro. El gueto alcanzó gran prosperidad en el siglo XVI, en
especial en tiempos del alcalde Mordecai Maisel. Por entonces, un rabino
destacado de nombre Juda Loew ben Bezalel dio origen al famoso mito del Golem.
Con el paso de los siglos, floreció la vida intelectual y la prosperidad. A
mediados del S XIX, se derribaron sus murallas. Entre 1893 y 1913, el barrio
fue demolido debido a sus condiciones de salubridad por el "asanace",
y se produjo un desarrollo, introduciendo edificios de Art Nouveau. En aquel
entonces, el barrio tenía la mayor densidad de población de Praga, 1820
habitantes por hectárea. Sólo algunos edificios significativos fueron salvados,
testimonio vivo de la historia de los Judíos de Praga. Con los nazis, tres
cuartas partes de la población judía del barrio fueron exterminadas. En la
actualidad, es el mejor complejo de monumentos históricos judíos que hay en
toda Europa, incluyendo seis sinagogas,
incluido el Ayuntamiento del Barrio Judío y el Antiguo Cementerio Judío, el más
notable en Europa.
Entre las cosas que más se
repiten por el barrio son las figuras de los golem, como la que vimos en la acera. Un golem es, en el folclore
medieval y la mitología judía, un ser animado fabricado a partir de materia
inanimada. En hebreo moderno, la palabra golem significa "tonto".
Scholem, en su obra "La Cábala y su Simbolismo", escribe que el Golem
es una figura que cada treinta y tres años aparece en la ventana de un cuarto
sin acceso en el gueto de Praga. Las primeras historias sobre golems se
remontan al principio del judaísmo. Los golems fueron creados por personas
creyentes y cercanas a Dios. Como Adán, el golem es creado a partir del barro,
insuflándole después una chispa divina que le da la vida.
En este barrio puedes ver la Sinagoga
Maisel, que fue construida en el siglo XVI por el Alcalde de la Ciudad
Judía, Mordechai Maisel, quien financió la extensa construcción del ghetto en
estilo renacentista. El edificio original fue afectado seriamente por el fuego
de 1689 y luego restaurado en estilo barroco. Finalmente, fue renovada con
estilo neogótico según el proyecto de A. Grotte en 1893. Todo lo que quedó de
la antigua disposición fueron las tres naves de la sala central con la galería
para las mujeres en el piso superior. La sinagoga Maisel se usa
actualmente como sala de exposiciones y depósito del Museo Judío donde pudimos
ver todas aquellas cosas típicas de los judíos, como los candelabros de siete brazos, también denominados Menorá, el sefer torá que es la sagrada escritura que
se guarda según su forma antigua como rollo o las Keter Torá que son coronas que se ponen encima de los rollos cuando
se saca la torá.
Después tuvimos uno de los
momentos más duros del viaje, la visita a la
Sinagoga Pinkas y al cementerio judío. La sinagoga está en el edificio obra
de la familia Horowitz en 1535. Después de la Segunda Guerra Mundial, la
sinagoga se convirtió en un Monumento a los judíos de Bohemia y Moravia
asesinados por los nazis. En sus paredes están inscritos los nombres de las
víctimas judías, sus datos personales, y los nombres de las comunidades a las
cuales pertenecieron. En 1968, sin embargo, el Monumento fue cerrado debido a
filtraciones de aguas subterráneas, que ponían en peligro la estructura del
edificio. Durante los trabajos de aislamiento, se descubrieron espacios
subterráneos, un antiguo pozo y un baño ritual. Entre 1992–1996, los 80000 nombres de los judíos checos y
moravos víctimas del nazismo fueron escritos de nuevo en las paredes.
Impresionaba ver paredes y paredes cubiertas de nombres y años, 1942, 1943,
1944....En el primer piso se encuentra
la exposición Dibujos de los niños de Terezín, más de 10000, menores de 15
años. De 8000 de ellos enviados al Este, unos 242 sobrevivieron la guerra.
Hay más de 4000 dibujos originales de estos niños.
Justo
saliendo de ahí, nos metimos en el cementerio
judío en el que se apiñan millares de lápidas. Es un punto singular que fue
respetado por los nazis. Aquí, desde 1478 se enterraban a las gentes judías
(era el único lugar permitido) y estuvo en activo hasta finales del XVIII. Se
calcula que puede haber enterrados allí 100.000 cuerpos. La falta de espacio hace que se apilaran los enterramientos hasta en
doce niveles y las estelas se agolpan unas a la orilla de otras, hasta 12.000.
Para poder visitarlo los chicos deben ponerse la kipá (gorro judío) con señal
de respeto. El ultimo
entierro fue en 1787.
Tiene numerosas curiosidades. La primera de ellas es que colocan piedras (con
papeles abajo doblados) encima de las tumbas. Colocar una piedra que se ha
tenido en la mano y orado sobre ella, es dejar parte de uno mismo cuando la
depositamos en cualquier sitio. Y si es sobre una tumba es una señal de
acompañamiento y que no olvidas a esa persona. Las piedras simbolizaban el
lugar donde iban enterrando a los que murieron durante el éxodo por el
desierto. La segunda curiosidad es que muchas tumbas importantes de nobles y
rabinos tienen grabado en las lapidas símbolos que reflejan la familia a la que
pertenecían, o su profesión. Por ejemplo, algunas están decoradas con racimos
de uvas (las uvas significan “abundancia”, lo cual quiere decir que el muerto
era una persona rica); otros unas tijeras, que quiere decir que el difunto era
sastre. Las lápidas en donde hay grabadas un león significa que la persona que
está enterrada pertenecía a la tribu de Judá. La tumba más famosa del
cementerio es la del Rabino Löw, que murió en 1609. Fue un personaje muy famoso
en su época, incluso era muy respetado por el emperador por su sabiduría. La
leyenda dice que fue el creador del Golem. Su tumba está cerca de la entrada
del cementerio, pegada al camino y en la pared que hay delante una placa indica
de quién es la tumba. Por último,
también tiene la tumba más vieja, la del poeta Avigdor Kara de 1439, aunque en
el cementerio vimos una réplica ya que la lápida original está en la sinagoga
Masiel.
Otra de las sinagogas a
poder ver es la Sinagoga Klaus, que
fue construida a finales del siglo XVII, siendo renovada en 1884. Esta sinagoga
lleva el nombre de Klausova (Klaus), porque antes de 1689, cuando tuvo lugar un
incendio, este lugar estaba ocupado por pequeñas escuelas judías que recibían
el nombre de klausen, y estaban dirigidas por el Rabino Löw.
Y la última de las seis que
vimos fue la sinagoga española. Fue
construida en 1868 en el sitio de la sinagoga más antigua de Praga (la Vieja
escuela) y tiene un claro estilo morisco. El nombre de española lo adquiere a
principios del siglo XVI cuando en Praga se asentó una nutrida comunidad de
sefardíes tras huir de la inquisición española, y al culto de estos judíos
españoles empezó a servir el templo en cuestión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario