Rumania
es un país poco visitado a día de hoy por los turistas, aunque cada vez más y más
gente va a hacerle una visita. Unos movidos por el espíritu del Conde Drácula,
otros viendo fotos de ciudades tan bonitas como las de la región de
Transilvania como Sibiu, y otros movidos por ver sus Monasterios, mundialmente
conocidos ya que están totalmente pintados, tanto por dentro (más normal en la
religión ortodoxa), como por fuera. Puedes ver más detalle en el Diario Viaje Rumania
Algunos
destacan especialmente, como puede ser el Monasterio de Cozia, del siglo XIV. La iglesia
principal impresiona por la armonía de sus proporciones, por una ornamentación
rica y las pinturas de un valor inapreciable. Aquí está la tumba de Mircea el
Viejo, importante de la historia rumana. Fue construido en este lugar no sólo
por la belleza del paraje, sino por temas militares y estratégicos. Tiene tanto
una gran iglesia, construida según costumbres medievales, como un monasterio
adosado. La iglesia está asentada en el centro de un cuadrado. Está dividida en
tres partes: nartex, nave y santuario. En 1707, un pórtico abierto se añadió al
frente, pintándolo entero como pudimos observar ya que las pinturas se
conservan desde entonces. Tiene tanta importancia en Rumanía, que incluso se
hizo un sello en 1968 con su imagen.
La primera sala de la
iglesia estaba llena de pequeños iconos o ventanas llenas de santos, figuras
bíblicas, etc., y ya en el propio espacio dedicado a la oración, pudimos
observar el iconostasio (poco frecuente con figuras del árbol de Jesé y santos
guerreros) y las dos cúpulas con Cristo pantocrátor.
Las pinturas de la iglesia
originales son de 1390 y 1391, y en muchos puntos se conservan incluso los
originales.
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