En
una región pequeñita de Italia, concretamente en Alberobello, puedes visitar
sus famosas construcciones llamadas Trullos,
declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en
1996.
Nosotros tuvimos la suerte de visitarlos en nuestro
crucero por el Mediterráneo donde pudimos ver además entradas en barco tan
espectaculares como las de Venecia o Kotor, o ciudades con el encanto de Corfú,
Córcega, Palermo y Monreale o la grandísima Pompeya. Mira mi Diario de Viaje
para ver el itinerario completo diario crucero mediterraneo 12 dias
Los orígenes de la ciudad de
Alberobello se remontan a la segunda mitad de edad media o a principios del
siglo XVI, cuando, siendo un pequeño feudo bajo el dominio de los Acquaviva,
condes de Conversano, comenzó a poblarse de campesinos que deseaban cosechar.
Los condes autorizaron a los colonos para que construyeran sus casas pero sin
cemento, para poder ser derruidas en caso de inspección regia. Esto se debía a
la prammatica de baronibus, norma
existente en el Reino de Nápoles desde el siglo XV, en cuya virtud el nacimiento de una aglomeración urbana
exigía el pago del tributo. Con estas construcciones, se evitaba el
impuesto.
Debiendo por lo tanto
utilizar sólo piedras, los campesinos encontraron en la forma redonda con techo
de cúpula autoportante, compuesto por círculos de piedra superpuestos, la
configuración más simple y sólida.
Aunque por lo que son más
conocidas estas construcciones es por sus pináculos,
que fueron decorados con símbolos místicos y religiosos, signos del zodiaco…
Vimos algunos con el símbolo del Sole cristo, otros dedicados a Jesús con una I
o H o JHS, etc.
Los trullos servían para identificar la valía de
los artesanos. Basándose en la calidad de
la factura del pináculo se podía entonces identificar no sólo la habilidad
artesanal del constructor sino incluso el valor de la construcción. Un mayor
gasto en la construcción del trullo permitía individualizar, por lo tanto, las
familias más pudientes de aquellas más pobres.
Por el camino hasta el
pueblo vimos varios trullos en los campos en todo el Valle de Itria, lleno
sobre todo de olivos de muy diversas especies, ya que los campesinos los usaban
igualmente para almacenaje, de dormitorios provisionales, etc., incluso vimos los
antecedentes de los trullos que son más rectangulares ya casi llegando al
barco.
El trullo más grande del
país es el llamado «Trullo Sovrano» (trullo soberano). Hecho construir por la
familia Perta en la mitad del siglo XVIII, este edificio de dos plantas se ha
convertido en museo.
Nosotros visitamos varios
que eran pequeñas tiendecitas, aunque no se podían hacer fotos en el interior.
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