jueves, 26 de mayo de 2016

Pasando por el agujero de Nara, Japon

Lo fundamental de ver en Nara (viaje japon) es su gran templo budista, el templo Todai-ji, que comprende un vasto pabellón de buda (Daibutsuden), subtemplos, pabellones, pagodas, y puertas de excepcional interés histórico y arquitectónico. La construcción, completada en 752, fue ordenada por el emperador Shomyo para albergar la imagen del Gran Buda de Nara y para consolidar la posición de la ciudad como capital y centro budista. Los desastres naturales no han afectado a la estatua de 16 metros de altura.
                                                       
Para entrar al recinto, pasamos a través de la zona donde pudimos ver a los ciervos campar a sus anchas y a los que alimentamos con unas galletas que vendían ahí y se llamaban shika sembei. Los animales (shika), en cuanto lo olían, te rodeaban por todos lados, mordían y atosigaban para que les dieras el alimento.


Al fondo del pasillo de ciervos está la Nandaimon, la gran puerta del sur, que mide 19 metros, data de 1199 y es usado para cruzar la muralla que lo circunda y lo separa de la vida mundana, y acceder a un patio procesional, que en su tiempo albergaba miles de peregrinos y monjes budistas. En el interior de la puerta a cada lado pudimos ver los Nio,  dos figuras humanoides muy musculadas y con  cara de pocos amigos que en realidad son los guardianes del templo, los guardianes de los dioses que, según la tradición nipona acompañaron a Buda en su camino y, aunque no consiguieron llegar a su nivel de iluminación son considerados Bodhisattva, es decir, alguien que está avanzado en el camino de la iluminación sin haber llegado a ella todavía. Normalmente, el de la derecha, Naraen Kongō, se representa con la boca abierta, y representa el inicio y el nacimiento, mientras que el de la izquierda, Misshaku Kongō ,se representa con la boca cerrada, representando el fin o la muerte, de una manera similar al Alfa y Omega del cristianismo.


Pasando por Nandaimon, empezamos a apreciar la majestuosidad del recinto, con toris en islas en medio de un estanque, edificios grandísimos, largos pabellones, hasta llegar al Daibutsuden, gran pabellón de buda, en cuyo interior se encuentra la estatua gigante del Buda Vairocana (llamado dainichi en japonés; significa "Buda que brilla a lo largo del mundo como el sol"), conocido simplemente como daibutsu (Gran Buda), al igual que otras grandes figuras de Buda en Japón. El templo también sirve como los cuarteles japoneses de la escuela Kegon del budismo. Aun habiendo sido reconstruido dos veces por causa de incendios provocados por la guerra siendo así un 33% más pequeño que el original, ostenta el récord mundial siendo la construcción de madera más grande del mundo.
Durante la era Tenpyo hubo varios desastres y epidemias. En el  743, el emperador Shómu promulgó una ley que obligaba al pueblo a construir un Buda para protegerse a sí mismos. Creía que el poder de Buda podría ayudar a la gente. El gran Buda fue diseñado por Kuninaka no Muraji Kimimaro, cuyo abuelo fue un inmigrante del reino Baekje de Corea. Según la leyenda, alrededor de 2.600.000 personas en total ayudaron en la construcción del Budha (420.000 con contribuciones y 2.180.000 trabajando para construirlo); este número iguala a la mitad de la población de Japón en esa época, y fue con toda probabilidad exagerada. El templo fue finalizado en el 745 y el buda completado en el 751, habiendo consumido la mayoría de la producción de bronce en Japón durante varios años y dejando al país casi en bancarrota. También llevaba mercurio y cera vegetal. La estatua ha sido refundida varias veces debido a diversas razones como daños causado por terremotos que solían descolocar la cabeza y la reconstrucción del templo dos veces por incendios.
En la entrada había un incensario, el farol de piedra del templo y el buda médico al que tenías que tocar la parte que querías que se te curara. Dentro, veías el Gran Buda y uno de los pilares que sostiene el edificio que tiene un agujero en su base. Los visitantes intentan pasar por el agujero, que tiene las mismas dimensiones que los orificios de la nariz del Buda. La leyenda dice que aquel que pase será bendecido con la iluminación. La verdad que sólo pasaban niños o adultos muy delgados, estilo japoneses.




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