En Camboya (viaje camboya) hay muchísimos templos, algunos
famosísimos como Ta Prohm o Angkor Wat, pero uno con muchísimo encanto y que
nos encantó porque nos sentíamos Indiana Jones fue Banteay Samré. No había absolutamente nadie, estaba en medio de la
selva, y puedes subirte a todos lados, salir por las ventanas, trepara a las
flores de loto, la verdad que único…
Es un templo de estilo hinduista que pertenece al
conjunto de templos declarados Patrimonio mundial por la Unesco desde 1992. La
autoría del templo se atribuye a Suryavarman II y a Yashovarman II, ambos del
siglo XII y ha sido parcialmente restaurado por Maurice Glaize. El nombre del templo significa "ciudadela de
Samré", en alusión a la cercana localidad de Samré. Se cree que el templo
estuvo dedicado al dios Vishnú. Según modernas investigaciones, el gran lago
perimetral que tienen la mayoría de los templos cumplía una función
estructural: el clima monzónico de la zona generaba grandes movimientos en
el suelo, que a medida que avanzaba la estación seca iba contrayéndose por la
pérdida de agua. Estos movimientos terminaban por arruinar los cimientos de los
templos, provocando hundimientos y colapsos en las estructuras. La presencia de
un gran lago, que nunca llega a secarse en la estación seca, permite que el
suelo del templo permanezca estable durante todo el año.
El
templo posee un paseo ceremonial de entrada de 140m de longitud, situado en la
entrada este, que originalmente pudo haber estado techado con madera. El camino
culmina en una escalinata que conduce a una terraza desde la que se accede al
complejo. Éste consta de dos recintos amurallados: el exterior tiene unas
dimensiones de 83 x 77 m, y 6 m de altura, y posee una galería perimetral
columnada hacia el interior, ya prácticamente destruida, y cuatro gopuras o
pabellones ceremoniales en cada una de sus cuatro entradas, ubicadas en los
puntos cardinales, ya que el templo es un cuadrado. El recinto interior, de 44
x 38 m, adornado también con cuatro gopuras,
contiene el templo piramidal característico de este estilo arquitectónico,
denominado Prasat, y que está
culminado con una corona en forma de
loto que alcanza los 21 m de altura. Dentro de él, se ubicaba un sarcófago.
El recinto interior alberga también un Mandapa o pabellón, que ubicado al este
del prasat ejerce la función de antesala del templo. Dos librerías flanquean el
pabellón. Todas las piezas del recinto interior están elevadas sobre altos
pedestales, generando un espacio interior muy escarpado y compacto. El templo
está decorado con abundantes relieves de temática hinduista, narrando diversas
escenas del Ramayana. Mantiene el mismo estilo arquitectónico de Angkor Wat,
siendo considerado como el mejor exponente de este período después del propio
templo de Angkor.
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