En contra de lo
que pensamos nosotros, para los rumanos Vlad Draculea fue un héroe ya que defendía
los intereses e independencia del país. Por ello, no le dan mucha publicidad a
la figura malvada que se ha asociado más por el cine y las películas que han surgido
a partir de ciertos comportamientos más malvados de este personaje. En 1976, el gobierno comunista de Ceaucescu lo
declaró Héroe de la nación al cumplirse el V Centenario de su muerte.
Su castillo es el Castillo de Bran, fortaleza medieval
húngara construida por caballeros de la Orden Teutónica en 1212, cuando fueron
recibidos en el Reino de Hungría, después de ser derrotados por los sarracenos
en Tierra Santa y regresaron de Palestina a Europa. El edificio está construido
sobre lo alto de una colina. El original fue elaborado en madera. Tiene cuatro
torres distintas en cada uno de los puntos cardinales. La construcción cuenta
con cerca de 30 hectáreas, y está rodeada de un alto muro de piedra calcárea. Si bien esa pequeña fortaleza fue arrasada con el
paso del tiempo y recibió las arremetidas de las hordas tártaras en 1241, la
estructura actual fue erguida por órdenes del rey Luis I de Hungría en el 1377,
para cumplir una función comercial y defensiva contra el voivoda de Valaquia.
Este castillo es famoso por la creencia de que había sido
el hogar del Vlad Draculea en el siglo
XV. Sin embargo, no hay evidencias
de que el Vlad viviera allí en persona y, según la mayoría de versiones, el
Empalador pasó sólo dos días en el castillo, encerrado en una mazmorra, cuando
la región estaba ocupada por el Imperio otomano.
En la literatura y el cine,
Vlad sirvió de inspiración en el género de terror y de vampiro, ya que se dice
que Vlad bebía la sangre de sus víctimas en copas mientras comía delante de los
empalados, aunque en verdad este hecho se puede atribuir a la Condesa Erzsébet
Báthory (1560-1614), que mató a cientos de doncellas para beber su sangre y
beberla pensando que así se mantendría joven como vimos en Holanda (Viaje Holanda y Belgica). Con ambos Bram Stoker modeló a Drácula,
escrita en 1897. Se han realizado infinidad de películas sobre el personaje
pero casi siempre desde la perspectiva del vampiro y no de su biografía real.
Existe una película rumana "Vlad Ţepeş" de 1979 que sí es histórica,
donde Tepes es presentado como un héroe nacional. Asimismo, el libro llamado
“La historiadora” es una obra que narra, en tres épocas diferentes, la búsqueda
de la tumba de Vlad Tepes, describiendo al mismo tiempo su vida como figura
histórica y el mito de Drácula construido a su alrededor. Es la primera novela
escrita por Elizabeth Kostova. Igual que Stroker se basó en la figura de Vlad,
también se inspiró en este castillo, así como la meca del cine, conociéndose
como el Castillo de Drácula. La gente local rehúye de dicho nombre, pero por
otro lado lo aprovechan al máximo vendiendo objetos de todo tipo en los
tenderetes cercanos...
Por dentro, el castillo se notaba que
esta restaurado, con paredes blancas y mobiliario de madera oscura. Pudimos ver
tanto comedores, salones, sala de juegos, etc. incluso dormitorios, siendo dos
los más importantes porque están conectados con las piezas reales y es donde,
según cuenta la leyenda, las princesas y jóvenes mujeres eran retenidas.
Hay un pasadizo oculto que comunica la primera planta con la tercera del castillo. Es súper
angosto, con escaleras donde
prácticamente no te caben los pies y muy empinado y sólo hay una cuerda para
sujetarse y poder trepar, pero aun así logramos subir sin problemas.
También pudimos ver diversos escudos
de las regiones de Valaquia, Transilvania, así como armaduras y armas. También
vimos las curiosas ventanas que tenían donde se podía girar la parte de madera
para atacar con flechas o escopetas a los asaltantes que quisieran llegar al castillo.
Esto fue importante ya que durante la edad media sirvió para defender el camino
comercial que comunicaba Valaquia con Transilvania.
Este castillo tiene también
otras leyendas como que los niños encantados por el flautista de Hamelin
llegaron hasta Transilvania por medio de las grutas de ese lugar o la sospecha
de que durante el comunismo, el corazón de la reina María de Sajonia fue puesto
en ese lugar, en secreto, en una vasija de plata adornada con 307 joyas.
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