Si conoces la famosa tabla de madera con los tres monos de
la sabiduría, debes saber que estos están en Nikko, Japon (viaje japon) donde hace más de 1200 años Shodo Shonin cruzó
el río Daiya de camino al monte Nantai y fundó el primer templo. Siglos
después, Nikko se había convertido en un famoso centro religioso budista
sintoísta. El jefe guerrero Tokugawa Ieyasu escogió el lugar para emplazar su
futuro mausoleo. Cuando su nieto Iemitsu hizo construir en 1634 el santuario
mausoleo Tosho-gu para Ieyasu, quiso que éste reflejara la riqueza y el poder
del clan Tokugawa. Desde entonces, Nikko (luz solar) es en japonés sinónimo de
esplendor.
Aparte de los templos que vimos, es muy importante en la
zona el Puente Shinkyo, un puente rojo de madera laqueada que se expande en
arco sobre el río Daiya por el lugar por donde, según la leyenda, cruzó el río
Shodo Shonin sobre dos serpientes gigantes enviadas por el dios Jinjaou. El
puente original fue construido en 1636 para el uso del sogún y de los
mensajeros imperiales pero fue destruido por una inundación, así que volvió a
reconstruirse siendo el último de 1907.
Así, fuimos al santuario
Tosho-gu. Tokugawa Ietmitsu construyó este mausoleo santuario para su
abuelo. Durante dos años, cerca de 15.000 artesanos trabajaron construyendo,
tallando, dorando, pintando y laqueando el complejo de estilo Momoyama en el
que está todo muy decorado. Aunque fue designado santuario en la era Meiji,
conserva muchos de sus elementos budistas, incluyendo una curiosa pagoda, la
biblioteca de sutras y la puerta Niomon. El templo es el sumun del estilo
Gonzen zukuri, típico de los santuarios japoneses.
Empezamos viendo la pagoda que fue donada por un daimio en
1650 y reconstruida tras un incendio en 1818. Cada planta representa un
elemento, como buen pagoda de cinco plantas: tierra, agua, fuego, viento y
cielo. La columna central de la pagoda no parte de los cimientos, sino que
cuelga del cuarto nivel y termina diez centímetros arriba del suelo. Esta
estrategia constructiva desplazó el centro de gravedad del edificio,
incrementando su resistencia a vientos y temblores.
Por todos lados se veían almacenes sagrados que son de
diseño tradicional y el Establo sagrado donde está el famoso relieve de tres monos de la sabiduría
que decora este edificio sin pintar. También sale la fuente sagrada que es una
pila de granito de 1618 para la purificación ritual que se halla bajo una
cubierta de estilo chino. Tras ver eso, pasamos por debajo de otro tori.
Atravesamos el tori y nos encaminamos a la escalinata,
sólo que antes vimos el edificio que había a la derecha, que es el Rinzo,
biblioteca de sutras (escrituras budistas).
Nada más subir las escaleras, hacía la derecha está el
templo de Honji-do, que tiene pintado en el techo un Dragón Llorador, donde
resuena muy fuerte el eco si se da con dos palos debajo de él, aspecto que te
enseña un monje para comprobarlo. A derecha e izquierda de la escalera, pudimos
ver un campanario, y unos candelabros holandeses que dio Holanda por la ayuda
que le dio Japón. Subimos las siguientes escaleras y vimos la hermosa puerta
Yomeimon que está decorada profusamente con bestias y flores. Tiene una de las
doce columnas esculpida boca bajo adrede para no enojar a los espíritus
celosos. En los nichos hay figuras de ministros imperiales. Pasando por la puerta vimos el Honden,
santuario interior, aunque no pudimos fotografiarlo.
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