En el
lago hemos visto que hay muchas cosas que hacer. Hay grandes rutas de
senderismo para atravesar las montañas, sobre todo en el norte como la Old
Ponale Road Path por ejemplo que une Riva de Garda con el valle di Ledro,
también hay muchísimas rutas de bicicleta para los más aventureros ya que hay
grandísimas cuestas, e incluso carreteras impresionantes de recorrer como la
Strada de la Forra.
En
general, podemos decir que el lado este del lago es el de los pueblos y el lado
oeste el de las vistas, ya que la
carretera que bordea el lago desde Riva de Garda es espectacular, con túneles
directamente excavados en la roca, carriles muy estrechos, las rocas muchas
veces rozando el lado del copiloto, mientras que por el lado del conductor
tienes el lago y las montañas con un paisaje impresionante.
Aparte
de esto, hay una pequeña ruta llamada la
Strada de la Forra sumamente famosa que la gente recorre por el grandísimo
atractivo que tiene.
Son
6km que van de Pieve a Tremosine, la SP38. Nosotros al final lo recorrimos dos
veces, ya que sino para seguir nuestro camino hacia el sur del lago teníamos
que ir por carreteras de montaña interiores, así que preferimos volver a bajar
y así de paso la hacíamos dos veces.
Esta
carretera empezó a ser famosa por los motoristas, a quienes les encanta
hacerla, y hasta apareció en una película de James Bond. Su atractivo reside en
que los carriles son sumamente estrechos, no tiene apenas visibilidad, y así
vas ascendiendo poco a poco por la montaña.
La
parte primera es bordeando el lago, y aquí las
rocas sobresalen de forma que ni se puede hacer fotos por el lado del copiloto.
Vas pasando las curvas y pensando, que no venga nadie en sentido contrario¡¡¡ Así
llegas a un túnel donde vas a oscuras, sin nada de iluminación, y empiezas la
ascensión hasta que llegas al semáforo.
En
verdad esta carretera tendría más gracia sin él, pero la zona donde está puesto
es la más bonita a la par de la más estrecha y seria verdaderamente un problema
sin un control de paso. Cuando subes, llegas a una zona donde oyes el agua y donde sin parar de hacer eses, coges un
tramo con pequeños agujeros en las rocas que atraviesas, mientras ves las
impresionantes formas de las rocas alrededor.
Después
pasas un restaurante y comienzas otra subida con más y más curvas sin nada de
visibilidad y poquísimo espacio.
A la
primera pasada, no encontramos nada de tráfico y perfecto, pero a la siguiente
tuvimos que hasta dar marcha atrás 5 minutos con un autobús de frente que no
paraba y que parecía que nos quería embestir como en una película de miedo. Me
rio yo de “Nunca juegues con extraños” o “Jeepers Creepers”¡¡¡¡ porque todo
esto era dar marcha atrás del lado del precipicio y con un guardarrail enano y
de madera… Pero bueno, salimos airosos, aunque luego tuvimos algunos
embotellamientos, e incluso al pillarnos el semáforo en rojo vimos algo súper
curioso, porque cuando se puso en verde seguían pasando coches del otro
sentido, así que se volvió a poner en rojo y no habíamos pasado nadie. Unas
motos decidieron saltarse el semáforo y enseguida paso un coche de policía
persiguiéndolas para multarlas. Así que mucho cuidado con saltárselo¡¡¡
Consejo final: Si
tienes muy medido tu coche y las distancias, haz esta carretera ya que es
cortita pero las vistas te encantaran y la disfrutaras muchísimo¡¡
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