domingo, 28 de agosto de 2016

Visitando la Mezquita Azul, Turquia

En el crucero (crucero atenas-creta-rodas-estambul-egipto y tres dias por estambul) fuimos a ver la Mezquita Azul, el icono de la ciudad por excelencia. 

La visitamos en pleno domingo de Ramadán, así que tuvimos que luchar contra la multitud de fieles que iban adentro y estaban lavándose en las fuentes, etc. aunque también tuvo de bueno que pudimos ver cómo oraban. 

Esta mezquita la ordenó construir el sultán Ahmet I cuando tenía 19 años. Estaba tan entusiasmado con el proyecto que trabajo incluso con los obreros. El objetivo era eclipsar con esta mezquita la de Suleymaniye y a Santa Sofía. El resultado, terminado en 1616, se ha convertido en una de las mezquitas más famosas del mundo, a la que se conoce como mezquita azul por los más de 20000 azulejos de Iznik que cubren su interior. De su exterior destacan los Alminares. Dice la leyenda que el sultán pidió un alminar rematado en altin (oro) pero el arquitecto pensó que quería seis (alti). De ahí que tuviera seis y que La Meca tuviera que añadir otro para ser la mezquita con más alminares de toda la tierra.




Dentro de una mezquita destacan varias partes. La primera es la sala de oración, que es muy amplia, vacía, sin bancos ni obstáculos, donde la gente se sienta o arrodilla a orar. No hay altar tampoco, sólo un almimbar que es un pulpito desde donde el imán se dirige a los fieles. También está el Mihrab que es el nicho que señala a La Meca y les indica a los fieles la dirección hacia la que tienen que rezar. Todo el suelo está recubierto de alfombras ya que los fieles entran descalzos a esta zona. Otra zona es la de las mujeres, ya que rezan separados. Tanto ellas como los niños tienen destinado normalmente la parte superior, separada a veces por balcones, desde donde siguen la oración. En las mezquitas no suele ser obligatorio cubrirse la cabeza, aunque por señal de respeto nunca está de más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario