miércoles, 6 de enero de 2016

Leyendas de Venecia

Una cosa que me gusta muchísimo cuando viajo o cuando preparó los Diarios de Viaje, es buscar leyendas o historias de los lugares que visito. En Europa hay una gran variedad, ya que tenemos una historia como continente larguísimo y muy intenso. Es más, en un gran número de ciudades se hacen excursiones específicas de leyendas o historias de fantasmas por las noches, para conocer otro punta de vista de las ciudades que visitas.




Puente Rialto: Hay una curiosa leyenda sobre el puente. Se observaba que cada mañana un trozo de la gran arcada se caía al agua. El capataz Bortolini, decidió investigar y a medianoche escuchó un gran estruendo. Al mirar se le apareció el diablo que le dijo que el puente de piedra no se acabaría. Él ayudaría a terminarlo a cambio del alma del primero que lo cruzará una vez terminadas las obras. El joven aceptó y decidió que pasase un gallo para evitar que fuera una persona. Pero el diablo fue más listo y se disfrazó de albañil y le dijo a Chiara, la mujer del capataz, que debía reunirse con su marido de forma que fue la primera en pasar. Al día siguiente, tras la inauguración del puente, el niño nació muerto y Chiara murió al poco tiempo. A partir de ese día, el alma del niño comenzó a vagar sobre el puente en las noches de invierno. Una vez, un gondolero escuchó un estornudo. A pesar de no haber visto a nadie, dijo: "Jesús". "Gracias ¡" respondió una voz infantil: era el alma del niño que así fue salvada y pudo ascender al cielo.





Iglesia de San Barnaba: Cuenta la leyenda de esta iglesia que en la primavera de 1612, durante las obras de demolición de una antigua capilla que existía en el barrio, fue hallado el cuerpo momificado de un cruzado, Besant Mesurier. La finca donde ocurrió el hallazgo era propiedad de la familia Morosini, y uno de los hijos, colocó la momia en la vivienda veraniega en San Pantalon. Una mañana, los brazos de la momia habían cambiado de posición y el hecho se repitió frecuentemente. Morosini decidió pasar la noche en la sala para vigilar. Antes del amanecer la momia se puso en pie y dijo: "¿No podéis dejarme en paz? He muerto en deshonor, porque la tarde en que yo partía de Venecia a Tierra santa me emborraché, caí al agua y me ahogué. Para conquistar la paz debería realizar una acción heroica, y sé que esto no está a mi alcance. Pero dejad al menos que mi cuerpo descanse tranquilo: no vengáis aquí nunca más durante la noche o lo pagaréis con la vida". Morosini clausuró la sala, pero un amigo le convenció para que le dejase pasar allí una noche. Durante esa noche, la momia se levantó y se dirigió a él. Tras aporrear la puerta, logró que un sirviente le abriera antes de morir estrangulado. Cuando Morosini entró en la sala al día siguiente, encontró el cuerpo del cruzado tumbado delante de la puerta con las manos en alto y el rostro contraído en una mueca de rabia. Se dice que lo hizo enterrar secretamente en la Iglesia de San Barnaba y que desde entonces el cruzado se aparece de vez en cuando buscando realizar una acción honrosa.



Burano: Su producto estrella son los encajes, merietti. Cuenta la leyenda que una pescadora confeccionó una malla de pescar para su prometido y éste al utilizarla por primera vez, sacó del mar un alga extraordinaria, conocida con el nombre de Encaje de Venus. El muchacho se la regaló. Al poco tiempo, partió a la guerra, y la joven, que lo echaba mucho de menos, al mirar el alga, decidió reproducirla con hilos que, rematados en un plomo, colgaban alrededor de la malla. De ahi proviene que en Italia llaman al encaje de bolillos encaje de los piombine.




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