domingo, 21 de febrero de 2016

Vistas de las ciudades desde las alturas en Europa

Como podréis ver al leer mis Diarios y mis tips, hay muchas cosas de las que disfruto al ir de viaje, desde comprar algún detalle único, visitar los monumentos más característicos, o subir a monumentos para ver las preciosas vistas de las ciudades. Aquí recopilo algunas de las vistas más bonitas que he podido ver en Europa.

En Paris (Francia) hay muchísimos sitios a los que te puedes subir y de los que ves grandes vistas desde la ciudad. Para mi hay tres favoritos: la catedral de Notre Damme, el Arco del Triunfo y la Torre Eiffel.

Con respecto a la Catedral de Notre Damme, suele haber grandes colas para subir, como media hora a una hora, pero una vez dentro, el trayecto es cortito. Las vistas desde arriba son muy bonitas ya que ves la ciudad, la Torre, el rio, y sobre todo, puedes ver las famosas gárgolas de la catedral que son iguales a la película de Disney de “El jorobado de Notre Damme”. Asimismo, también podrás ver las campanas de la iglesia.



Si subes al Arco del Triunfo la vista es inigualable ya que veras los famosos campos Elíseos desde arriba y además podrás apreciar la forma de estrella que tiene la plaza y la rotonda, que es algo único en el mundo. La pena es que de esto no tengo fotografía ya que subí por los años 90 así que la fotografía se ha perdido.

Por último, las vistas desde el último piso de la Torre Eiffel son muy bonitas. Subes a 300 metros y puedes ver toda la ciudad a tus pies. Para esto, recomendación, reserva por internet con tiempo el subir a la torre, preferiblemente a primera hora para evitar retrasos y con ascensor, que aquí son muchísimas escaleras sino que subir…




Si cambiamos de país y nos vamos a Italia, aquí en muchas ciudades también hay grandes monumentos desde dónde ver las vistas:

En Venecia  puedes subir al Campanille desde dónde se ve el tejado de la basílica, o la Torre dell'Orologio, así como los canales de navegación del gran canal y la laguna. Para subir aquí, hay ascensor, así que no te costará mucho esfuerzo. La única pega es cómo en otros monumentos de la plaza, que suele haber grandes colas, asi que mi recomendación es que vayas en varias ocasiones hasta que disminuya la cola. También en Venecia puedes subir arriba de la basílica, aunque aquí las vistas son sólo para ver el palacio ducal desde un poco más arriba y las góndolas en la laguna.








En Milán  podrás subir al Duomo. Son 250 escalones y tienes la opción de subir andando o en ascensor. Al ser tan pocos escalones, y estar en muy buen estado, no se hace pesada la subida. Las vistas desde arriba son sobre todo de la impresionante terraza con sus arcos, estatuas, gárgolas, el tejado en descenso para el agua, las agujas, etc. aunque también tendrás buenas vistas de la plaza.






En el Vaticano, en Roma podrás subir a la Basílica de San Pedro. Aquí la subida es un poco más complicada, ya que vas subiendo por la cúpula, así que hay trozos muy estrechos, con muchísimos turistas y donde la inclinación de la pared esta encima de ti. El tramo final está bastante restaurado y las escaleras son metálicas. Las vistas desde arriba de la Plaza no tienen precio. Son 550 escalones aunque hay un tramo que se puede hacer en ascensor, aunque los 320 últimos debes hacerlos a pie. Nosotros optamos por esta segunda opción.






En Pisa puedes subir a la famosa Torre. Para ello, reserva con anticipación o espérate a última hora del día cuando todos los turistas se van, ya que se puede seguir subiendo hasta las 9 de la noche, y aprovecha y sube allí, que no tendrás que esperar nada, y ni siquiera se llegara al cupo. Cada quince minutos van subiendo pequeños grupos de 15-20 personas, y si esta completo, te darán para el siguiente turno. Aquí mejor que las vistas es la sensación de ir subiendo por la torre inclinada, que marea en algún punto. El estado de las escaleras es regular, así que hay que tener cuidado en algunos puntos. No hay ascensor. Tiene aproximadamente 300 escalones.





En Florencia  podrás subir a dos sitios, o al Duomo o al Campanille. Nosotros nos decantamos por el Duomo, aunque hay que tener en cuenta que son 463 escalones y que la subida no es sencilla, ya que es una estrechísima escalera de caracol y el tramo final son escaleras súper empinadas y compartidas para subir y bajar, lo que hace que tengas que tener mucho cuidado para no resbalar. Desde luego, las vistas merecen la pena, pero hay que estar en condiciones para subir aquí. Por supuesto, no hay ascensor. Aparte de las hermosas vistas de la ciudad desde aquí, por el camino ves los frescos de Brunelleschi que son impresionantes.







También en Florencia puedes ver unas vistas preciosas de la ciudad yendo a la Plaza Michelangelo, donde podrás ver toda la ciudad a vuestros pies sobresaliendo en medio el impresionante Duomo. Nosotros lo vimos desde el mirador de la Abadía San Miniato al Monte que también tenía muy buenas vistas.




Cambiando de país, nos vamos a la República Checa. Aquí en Praga , puedes subir a la torre del ayuntamiento y tiene grandes vistas de los tejados de las casas, con los primeros “ojos” que había visto en mi vida, antes e ir a Rumania donde son mas característicos, y la plaza viendo el palacio de Kinsky, la iglesia de Týn… Tiene ascensor.





En Bélgica , puedes subir también a muchos sitios. En Bruselas lo más original es subir al Atonium, desde donde veras al ciudad y las bolas del átomo por el que caminas.




En Gante subimos al Belfort, aunque también tienes esa opción en Brujas si te gusta más. En el caso de Gante, hay ascensor y luego un pequeño tramo que se hace andando. Arriba, las vistas son muy bonitas pero el pasillo por el que podías caminar era hiper estrecho, así que no te tiras mucho tiempo allí. La parte que subes andando vas encontrando las campanas del campanario, así que la subida es fácil. 







En Berlín , puedes subir a la Torre de Televisión con ascensor, teniendo unas impresionantes vistas desde arriba de todo.

En Sighişoara, Rumania, subimos a la Torre del Reloj. No es muy alta, pero tiene unas vistas muy bonitas de la ciudad con sus tejados a dos aguas para evitar que se acumule la nieve en los fríos inviernos. 



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