Así que, en un tiempo libre, no se nos ocurrió otra
cosa que subirnos a todo lo que pillábamos. Una de estas cosas fueron unos
peluches gigantescos, donde por unas pocas monedas, te podías mover por donde
quisieras.
Pensareis qué menuda gente, pero a quien se le ocurre hacer una vaca o un oso panda gigante donde
se puede subir un adulto????
Desde luego aquí en España esto no se encontraba, así
que no perdimos la oportunidad de subir al oso gigante y ver como se movía con
un pequeño volante para dirigirlo por la explanada que había entre unas tiendas
por donde podías ir con eso.
Hoy en día ya no sorprende tantísimo, porque he llegado
a ver animales muy parecidos en Madrid en grandes centros comerciales, eso sí, más
pequeños para niños, pero hace mas de 7 años la verdad que nos llamó muchísimo la
atención, así como al resto del grupo, que al principio se reían de nosotras,
pero que en cuanto nos bajamos, se fueron subiendo todos para hacerse fotos
como las nuestras :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario