miércoles, 5 de julio de 2017

Conduciendo por la Romantikstrasse

Una de las mejores cosas que peudes hacer al visitar la región del Danubio y en especial en Austria, es alquilar un coche o contratar una excursión que recorra la famosisima Romantikstrasse.

Nosotros lo hicimos asi en nuestro crucero por el danubio, y la verdad que fue un acierto total. Aparte de la carretera, que te deja unos paisajes espectaculares, nos llevaron a un pueblo idílico. 

Por el camino pudimos apreciar diferentes lagos de inmensas dimensiones y las típicas casas austriacas con sus tejados a dos aguas para que caiga la lluvia y la nieve, la rampa por donde entran al ganado en el invierno, los fajos de hierba que iban acumulando para las estaciones más duras, etc...




La Ruta Romántica es uno de los recorridos más bellos de Europa que recorre el camino entre Viena y Salzburgo. El camino ya fue recorrido por romanos y celtas en sus andares comerciales y reyes y emperadores lo han utilizado para sus desplazamientos en la época de máximo esplendor del Imperio Austro-Húngaro. Se llama la Ruta romántica y, a lo largo de sus 380 kilómetros, es posible encontrar una treintena de lugares de gran interés cultural, como palacios, museos, monasterios, abadías, y también reservas naturales, lagos, ríos y grutas. Además, hay que añadir los paisajes que generan los lagos que, acorralados por las cumbres de los Alpes, crean lugares preciosos con todos los tópicos austriacos: cumbres nevadas, verdes prados, aguas trasparentes, impetuosos torrentes, pueblos de madera y pizarra...
Visitamos principalmente la  región de Salzkammergut que está a 50 km al este de Salzburgo. El atractivo de esta comarca reside en que alberga un centenar de montañas que sobrepasan los 3.000 m de altitud, numerosas rutas senderistas, pueblos balnearios y hasta 70 lagos. Aquí vimos los dos lagos principales de la región, el lago Mondsee, uno de los más extensos de Austria, popular entre los windsurfistas y con una abadía del siglo VIII en su orilla y que se llama también “lago de la luna” y está rodeado de riscos conocidos como “pared de dragón” y el Wolfgangsee, que se recorre en barcas de remo y que vimos desde el pueblo de St. Gilgen.
Este pueblo fue una parada única y nos encantó, pudiendo apreciar la belleza rural de Austria. Además tuvimos la gran suerte de que estaba todo engalanado, hasta con una banda de música, para recibir a unos mandatarios chinos. El pueblo tiene un teleférico que pudimos fotografiar que sube al pico Zwölferhorn, la carretera que llega hasta la cima de Postalm o el tren de cremallera a vapor que asciende hasta el pico Schafberg. Todo esto permite disfrutar de las kilométricas vistas de montañas y llanuras de impresionante belleza. El pueblo representa las típicas edificaciones de la región salzkammergut de la región alta de Austria, con balcones de madera. En la orilla norte se encuentra la aldea de St. Wolfgang, con una bonita iglesia parroquial.  Aunque Mozart nunca estuvo allí todo el pueblo hace homenaje al músico. En este lugar vivió su abuelo, nació su madre y vivió su hermana Nannerl después de haberse casado en una casa amarilla del pueblo.







En diversas cartas se contaban los planes del padre Leopold que quería enseñar a Wolfgang al lugar del patrón del mismo nombre para mostrarle el famoso lugar de nacimiento de su madre, Sankt Gilgen, aunque este deseo se quedó sin realizar. Tampoco cumplió su promesa Mozart al prometer a su hermana con ocasión de su boda “...seguro abrazarte a ti, como Señora de Sonnenburg, y a tu marido la primavera que viene en Salzburgo así como en St. Gilgen”.




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