viernes, 2 de noviembre de 2018

Pintando azulejos en Portugal




Quien me conozca sabe que me encanta hacer experiencias diferentes cuando viajo, así que cuando vi un taller para pintar azulejos en Portugal, varié todo el itinerario para meterlo, ya que sólo podían ser sábados o lunes y aparte había que permanecer unos días después en la ciudad para que te dieran los azulejos en tu hotel cocinados. Mira mas en mi link Diario viaje a Portugal


Lo que parecía que iba a ser una de las mejores experiencias del viaje, termino siendo una pesadilla … Para empezar, me llamaron el día antes cuando estaba recorriendo Lisboa para cambiarme el horario, aunque yo como no esperaba ningún correo ni llamada no pude verlo hasta llegar por la noche al hotel, cosa que me pareció increíble, porque yo había reservado un mes antes. después de una hora de mensajes, me dijeron que el transporte que estaba incluido no iba a poder ser, que fuéramos en taxi y que me lo pagaban, que era muy fácil llegar. Pues ni una cosa ni otra, el taxista se perdió varias veces y no lograba encontrar el sitio, y encima no me lo pagaron nunca. Luego aparte me dijeron que por las molestias iba a ser un taller solo para mi familia, pues al llegar había otras dos señoras, eso sí, realmente encantadoras pero no era tampoco lo acordado.  Para rematar, llegamos y nos dice que se le ha quedado la llave dentro de la cerradura y que no podemos entrar, así que nos vemos en la calle, con una mini sombra debajo de un árbol y dos sillas de plástico esperando dos horas… Un desastre. Encima, Carolina, la profesora, nos faltó el respeto. Remarcar que aunque lo contrate con Getyourguide, los cuales se portaron super bien cuando les conté la mala experiencia, llegando incluso a eliminarla de sus propuestas, la otra empresa no pudieron ser más desagradables. Para molestarme el día antes sí que insistieron, pero luego, no atendieron a mis reclamaciones, ni me pagaron el taxi como se habían comprometido, ni nada, cuando todo lo que sucedió mal fue enteramente su culpa. De verdad que es una empresa italiana que no contratare nunca en ningún país del mundo. Se llama Curioseety y espero que este relato sirva para que otras personas se piensen el contratarles algo.

Para intentar encontrar el punto positivo al curso, contó alguna cosa interesante de la historia del azulejo, aunque lo más chulo era practicar a pintarlos, porqué parecía más fácil de lo que luego era en realidad.

Con respecto a la historia, aprendí que era algo que comenzó a usarse en las fachadas para evitar pintar y limpiar, y que al principio era un sinónimo de riqueza, de forma que sólo lo usaban los grandes monarcas o la iglesia, para simbolizar su poder y generalmente para indicar en los azulejos las historias de sus victorias, de los santos, etc. Incluso los usaron para hacer alfombras o retratos de reyes famosos. Comenzaron a usarse en el siglo XV y al principio venían importados de España, en especial de Toledo, Sevilla, Málaga y Valencia y principalmente eran de motivos geométricos y vegetales. Cuenta la tradición que lo introdujo el rey Manuel I ya que quería imitar ese arte que había visto en la Alhambra en su palacio de Sintra. En el siglo XVI empieza a modificarse el patrón de los azulejos debido a la influencia italiana, y comenzaron a hacerse representado momentos, como si fueran cuadros. A partir del siglo XVIII, la influencia china y sobre todo holandesa, otro país con gran tradición en azulejos, hizo que tendieran a usar los colores azul y blanco que han llegado hasta nuestros días en lugar de policromáticos como se hacían hasta entonces. En el siglo XIX paso de usarse puramente en el interior de los edificios, fundamentalmente iglesias, y comenzó a usarse como elemento decorativo.  El nombre de azulejo no viene de azul, ya que con he explicado antes incluso eran policromáticos, sino que vienen del árabe y significa “Pequeña piedra pulida” (al zulaycha).

Para hacer muchos iguales, generalmente se usaban y usan plantillas, muchas veces hechas con plantillas rellenas con agujas y grafito que mancha los puntos y así se unen iguales.

La técnica era complicada. Los típicos azulejos azules se pintan con dos colores, azul claro y azul oscuro, y el color se obtiene por pigmentos que quedan al fondo del bote y agua, de forma que según los mezcles obtienes diferentes tonalidades. Igualmente se usan sólo dos pinceles, para crear diferentes trazos en las líneas. Si te confundes, aunque no debería hacerse, hay que usar un rascador para retocar esos puntos, arañando el azulejo, y soltando el polvillo blanco que tiene, que no debe tocarse por lo que mancha y vitar que se pose encima de la pintura.

Parece que la técnica que usamos es llamada Trepa, según indica Wikipedia, ya que esta técnica consiste en pintar a mano plantillas sobre las que se pincela. Es un arte que venía de la Edad Media pero que tuvo su auge en la segunda mitad del siglo XIX.

Después de pintarlo, lo cual cuesta un buen rato porque hay que hacerlo despacio y concentrado, deben cocinarse en un horno a alta temperatura, momento en el que se fijan los colores y cambia sustancialmente el azulejo, para bien además, porque piensas que te lo han mejorado, pero es del propio proceso.

Para pintar, puedes usar un azulejo totalmente en blanco, o como tenían para niños, unos con formas prediseñadas que se colorean. Los niños tenían diseños específicos como payasos, animales, etc., y usaban pinturas especiales, pero normales, no teniendo que juntar el pigmento que era complicado, y de colores, de forma que podían hacer grandes diseños y hacían más que los mayores para compensar que pagaban igual y no se enteraban de la mayoría de la explicación.




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