En nuestra ruta templaria
por Portugal, contratamos una excursión que nos llevó primero a Tomar y luego
al Castillo de Almoroul, que está muy cerquita y es idílico, aunque todavía le
falta bastante para estar bien adaptado para los turistas. Llegas a él en
barquito, donde suben 20 personas y que bordea el castillo.
A partir de ahí,
empieza una buena ascensión, por terreno de arena suelta que poco a poco van sustituyendo
por tablas de madera y barandilla para ayudar un poco a la caminata. La última
parte es una subida de montaña, con piedras, terreno irregular, t grandes
escalones, raíces, así que hay que andar con mil ojos sobre todo con niños y
personas mayores ya que es fácil resbalarse. Al llegar arriba, ves un castillo
impresionante, pero las precauciones siguen, ya que hay grandes fosos y zonas
donde trepar sin ninguna protección.
Dentro del castillo se ve un
foso interior, y se puede apreciar perfectamente las murallas defensivas. Esta
zona del castillo se usaba como almacén, aljibes, alojamiento para la
guarnición, etc. Mas que un castillo diría que es una especie de puesto de
vigilancia, porque está en medio del rio, pero es pequeño, tendría como máximo 10
habitaciones en su día. Tiene una parte más dentro, como un castillo dentro de
otro, donde hay una torre de defensa a la que se puede subir sin problemas,
llamada la torre del Homenaje, ya que ha sido rehabilitada y tiene escaleras
normales en buen estado, desde donde hay unas vistas preciosas arriba. La torre
está totalmente sola en el patio de armas, lo cual es una característica justo
templaria. Al bajar de la torre el guía me contó que había muchas palabras que
venían de la época templaria y que eran falsos amigos, igual que pasa con el
inglés, que las usaban adrede con otro significado para que no les entendieran,
como mensajes ocultos. Algunos de ellos son por ejemplo Amigo que significaba
iniciación, Amor que significaba destructor de muerte y orden iniciática; Dama
que era inteligencia y sabiduría; Flor que era doctrina verdadera y un largo
etcétera.
También puedes, si te
atreves, bordear las murallas y llegar a varios puntos de observación de las
mismas. Yo me atreví sólo con uno, ya que todo el camino es bastante angosto y
sin ninguna protección del lado de dentro y estas como a 10metros de alto.
Menos mal que contaba con la ayuda de Joaquín el guía, ya que me sirvió de
protección y apoyo en la escalera sin barandilla y con escalones resbaladizos tanto
a la subida como a la bajada, y con él fui a uno de los puntos de defensa en un
torreón de las murallas desde donde se divisaba una parte del rio
impresionante.
Con respecto a la historia,
por supuesto está relacionado con los templarios de ahí que lo viéramos en la
excursión del mismo día. Los origines no se conocen exactamente, pero lo que si
está registrado es que en el siglo XII los cristianos arrebataron las ruinas de
los vestigios que había musulmanes que venían de la época romana. Estas ruinas
se llamaban Almorolan (roca alta). Entre 1169 y 1171 se empezó a construir el
castillo por la Orden del Temple y servía para controlar el flujo de mercancías
por el Tajo, ya que si navegas por el desde el castillo llegas hasta Lisboa. Formaba,
junto a los castillos de Castelo Branco, Monsanto, Pombal, Tomar, Abrantes,
Torres Novas y Zêzere la que se conoció como Linha do Tejo, una línea defensiva
que protegía el paso del río hacia Coimbra, en aquellos tiempos capital del
reino. Ha sido declarado Monumento Nacional. Fue ocupado por los templarios 140
años.
Con la extinción de los
templarios, el castillo cayo en el olvido hasta el siglo XIX donde empezaron
pequeñas obras de restauración, aunque es ahora cuando están poniendo los
esfuerzos para acomodarlo al turismo. Mira mas en mi link Diario viaje a Portugal
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