En
la pequeña isla de Mikimoto en Japón puedes visitar un centro donde te explican
con todo detalle cómo se cultivan perlas en la zona, desde cómo se crean los
diferentes tipos, cómo se sacan, cómo se clasifican, cómo se parte del núcleo y
se van añadiendo capas, etc. Puedes hacer muchas actividades dentro, desde
fotos con ostras, abrir alguna y sacar la perla, etc. Muy didáctico sin lugar a
dudas.
Al
final hay un pequeño museo donde ves cuadros hechos con perlas, o la campana de
la libertad, la corona de Inglaterra, la pagoda de cinco pisos, etc.
Pero
lo verdaderamente interesante de la
visita es conocer a las Amas. Ellas son las verdaderas campeonas de la
isla. Son las buceadoras que se sumergen con un método totalmente tradicional
para recoger las perlas. Van siempre acompañadas, en el caso de la exhibición
iban tres, pero se van dando apoyo y seguridad. Van todas vestidas de blanco, ya que eso ayuda a evitar los peces y sin
aletas. Se tiran desde las barcas, cada una con una cesta atada a una cuerda
que se ponen alrededor del cuerpo. Así, comienzan una respiración acompasada
que hacen a la vez para estar localizadas en todo momento y que les ayuda
además a poder estar sumergidas más tiempo. Llevan en la mano una especie de
pincho con la que despegan los moluscos.
Estas mujeres son capaces de sumergirse más de 20
metros de profundidad a pleno pulmón,
sin bombonas. Se calcula que en una hora de inmersiones se tiran 30 minutos en
el fondo, 15 minutos los emplean entre subida-bajadas y los otros 15 minutos
los dedican para descansar en el flotador.
Se transmite de madres a hijas quienes empiezan
a practicarlo a los 13 años de edad aproximadamente. En esta etapa empiezan a
trabajar a una profundidad de 3 a 5 metros de profundidad y practican durante
unas 3 horas diarias. Las Amas suelen realizar este oficio hasta edades muy
avanzadas (65-70 años) y se considera que están en su mejor momento a los 50
años.
Como en la mayoría de países, esta tradición se va perdiendo y cada
vez van quedando menos Amas en Japón, siendo la menor de ellas de 50 años.
Para terminar la visita, vimos las cabañas
que usaban las buceadoras para descansar y mantenerse calientes entre las
diferentes bajadas llamadas kamado, hechas
de paja. Hasta 1980 se utilizaron con bastante frecuencia.
Para más información de
Japón, visita mi diario de viaje viaje japon
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