Si vas a Japón (diario japon), en algún
momento debes probar el “deporte” nacional, que es jugar al Pachinko. Nosotras
lo probamos en dos ocasiones y la verdad, que no nos enteramos de mucho. Se
juega en los pachinko-parlors, que son casinos legales, que veras distribuidos
por todas las ciudades de Japón y que se distinguen por muchísimo colorido y
luces. Dentro, no se pueden hacer fotografías.
Nosotros preguntamos el
funcionamiento del juego, pero nadie fue capaz de explicárnoslo en condiciones,
así que nos quedamos con la gran incógnita de cómo jugar de verdad.
Si lo veis, es un sistema
muy similar a los clásicos pinball. Se
dice que fue inventado alrededor de los años en que Japón se encontraba sumido
en la Segunda Guerra Mundial en la ciudad japonesa de Nagoya. De fondo, las
maquinas tienen personajes de comic, dibujos animados, temáticas, etc.
Al
parecerse a un pinball, lo que entendimos es que las pelotitas no se podían ir
por abajo, así que accionábamos las paletas para evitarlo, pero claramente nos
faltaba algo más. En teoría hay unas pequeñas puertas que cuando las bolas
pasan por ellas, hace que giren las imágenes del centro y aquí tienes que tener
todas iguales. Nos decía el guía que cuando tenías dos iguales, pueden ponerte
en algunas música o animaciones para animarte a seguir. Cuando tienes las tres
iguales, se abren unas compuertas de forma que por cada bola que entre, ganas
12 más. Es complicadísimo¡¡ De pura suerte, nosotros logramos una cesta de bolas
de regalo que volvimos a invertir. Claramente, los japoneses que tengas cerca
van a tener cestas y cestas llenas ya que se tiran muchísimo rato jugando y son
expertos en esta clase de juegos. Posteriormente, puedes cambiar las bolas
ganadas por premios o seguir jugando más con ellas. Nunca se cambia en el
propio local las bolas por dinero, aunque nos comentaban que siempre suele
haber una tienda cerca donde te hacen los cambios…
De
todas formas, pasas un buen rato y te ríes mucho al intentarlo y ver que se te
escapan todas sin remedio, y ya no sabes si el truco es tirar de una en una,
todas a la vez. Creo que hay más intríngulis en todo esto, ya que se veían
muchas más puertas y demás, así que aunque estas sean las reglas básicas, por
detrás debe haber toda una cultura muy especial para dominar este juego. Si
visitáis el país, probarlo.
Otro
sitio donde también jugamos fue en el Onsen. Aquí era mucho más tranquilo ya
que estaban ubicadas las maquinas junto con otras para divertirse como unos tambores
para seguir la música, etc., así que aquí fue mucho más distendido el juego.
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