Al
igual que me pasó con el Splashtour, tiendo a no escribir de aquellas cosas que
no me han gustado, pero debe ser justo al contrario para poder compartir mi
experiencia y que la gente pueda comparar opiniones
El
Mercado de pescado de Tsukiji, en Tokio
(Japón), me decepciono enormemente. Me
lo había recomendado todo el mundo que había estado allí, pero a nosotras nos pareció
bastante prescindible a la hora de conocer la ciudad.
Cierto
es que ves cosas que sólo se ven en Japón, pero el madrugón, el frio, la
espera, no me compensaron por el escaso tiempo que estas dentro…
El
mercado es el mayor mercado mayorista de pescado y productos marinos del mundo.
En él se comercian más de 400 tipos diferentes de pescados, destacando sobre
todo los famosos atunes de más de 300 kg. Tiene más de 60000 empleados.
El
procedimiento es el siguiente. Lo primero a destacar es que está bastante alejado y a la hora que
tienes que ir, lo más sencillo, a la par de poco económico, es pillar un taxi.
Debes estar allí a las 4 de la madrugada para
coger número ya que sólo entran 140 personas en total en dos tandas, y luego
esperar en una pequeña sala hasta las 5 que es cuando entra el primer turno
llevando unos chalecos anti reflectantes. El primero está en el mercado de 5 a
5.30am y el segundo de 5.30 a 6am.
El mercado que se ve es el de los atunes. Para preservar la mercancía, está a muy baja temperatura, así que si
no llevas anda de abrigo, se pasa mal. Los vendedores de las casas de remate
(vendedores mayoristas llamados en japonés oroshi gyōsha) estiman los valores y
preparan los productos recibidos para los remates. Los compradores (que poseen
ciertas licencias que les permiten participar de los remates) inspeccionan los atunes
para determinar cuáles son los lotes por los que desean realizar una oferta y
cuál es el precio que ofrecerán.
Para
ello, primero colocan a los atunes en
filas según tamaños y pesos. Les hacen unos cortes con pequeñas hachas para ver la calidad y las personas que
desean comprar se acercan revisando los cortes, haciendo nuevos, mirando con
una linterna como es el atún por dentro, etc. Una vez que están examinados, se pintan los atunes poniéndoles un número
para que todo el mundo sepa por cuál puja y entonces comienza la subasta,
llamada remate, donde no entiendes nada y según entiendes, se va comprando el
atún.
El
problema es que si estas en el primer
turno, no ves casi subastas, ya que se dedican casi la media hora a
examinar los atunes y si te toca el
segundo turno no ves toda la preparación del principio.
Sinceramente,
si no te importa el madrugón y sólo quieres ver un poco cómo es el famoso
mercado del atún, puedes ir, pero en líneas generales Tokio tiene muchísimas
más cosas interesantes que ver que este mercado. Puedes ver mi itinerario en viaje japon
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