En mis viajes a Egipto (crucero mediterraneo y en viaje egipto) , siempre visito el Museo Egipcio, ya que es precioso. La primera vez fuimos a ver los tesoros de Tutankamón. Para entrar las medidas de seguridad son grandes y sólo puedes acceder con una cámara en la mano. Los bolsos deben quedarse en taquilla.
El interior del Museo es puro caos, te parece que han puesto los trozos de frisos, las estatuas, según se habían caído de las carretillas. A mí me recordaba muchísimo a la película de Indiana Jones por sus vitrinas de madera viejas, la falta de ventilación y su encanto de los años 40 o 50. Principalmente fuimos a las salas de Tutankamon, donde pudimos descubrir todas las maravillas con las que fue encontrado y que es una exposición única en el mundo. Como nos decía el guía, vimos los antepasados de muchos inventos modernos, como boomerangs, guantes, sombrillas de playa, abanicos, camas, toallas, etc. Lo que te da que pensar…
Es uno de los faraones más famosos por la tumba intacta que se encontró de él y el gran contenido de la misma en el 1922. Fue faraón de la dinastía XVIII de Egipto y reinó de 1336 a 1327 AC, 9 años y murió a los 20 sin consolidar su poder. No fue un faraón muy conocido, de ahí que su tumba fuera más pequeña de lo habitual y no fuera descubierta hasta el siglo XX por Howard Carter. Ascendió al torno después del periodo de Amarna y devolvió a los sacerdotes de Amón la influencia y el poder que habían tenido antes de la revolución religiosa y política de Ajentaón. Su reinado se caracterizó por un retorno a la normalidad en el plano socio-religioso, restaurando el culto en templos abandonados de dioses como Amón, Osiris, etc. Hizo que en sus imágenes oficiales, apareciera casi siempre con su Gran Esposa Real, para enfatizar la continuidad de la dinastía.
Esta tumba dio muchísima publicada al Antiguo Egipto y sirvió para conocer con qué se les solía enterrar a los faraones. De esa forma, se encontraron muchísimas armas como lanzas, arcos o cuchillos. También había numerosos bastones y barcos de diferentes materiales, al igual que tronos., de los que destacaban el Trono de Oro de Tutankamon o su silla eclesiástica. Lo más impresionante de todas formas es lo encontrado en la cámara funeraria, la única decorada con pinturas, donde se encontraron cuatro capillas de madera recubiertas de oro, encajadas una dentro de la otra, que cubrían un sarcófago de cuarcita roja que contenía tres ataúdes, también uno dentro de oro, de madera chapada en oro los dos exteriores y de oro macizo el interior. Dentro, estaba la momia del joven con la cabeza cubierta con la célebre mascara. En la cuarta sala de la tumba, que recibió el nombre de Cámara del Tesoro, se encontraron las vísceras momificadas del rey y objetos empelados en el rito funerario.
Como curiosidades, destacar que la momia estaba envuelta en trece capas de lino, que había hasta 143 joyas y amuletos entre los pliegues de las telas para proteger la transformación del faraón hacia la inmortalidad, destacando la máscara, un pectoral de oro con el dios Horus y un cuchillo de oro con hoja de hierro.
En el segundo viaje pude repetir visita, lo único que tras la primavera, dentro del museo gran parte de las cosas no estaban en las vitrinas, aunque también había mucha menos gente, asi que aprovechamos y fuimos a visitar la Sala de las momias, que suele tener grandes colas. La verdad que la sala es realmente impresionante ya que el estado de conservación de las momias es espectacular, se aprecia los gestos y la forma en que los conservaron e impresiona una barbaridad. Cuando fuimos habría como 15-20 momias, pero creo que no siempre son las mismas. La gran mayoría están intactas. Dentro no se pueden hacer fotografías.
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