sábado, 20 de agosto de 2016

Recorriendo Bhaktapur

En Nepal (viaje nepal) puedes visitar Bhaktapur, una ciudad cercana que merece totalmente la visita ya que es una mezcla entre ciudad y pueblo donde observar muchisimas cosas de su cultura, diferetnes trajes, etc. Su nombre proviene del sánscrito "bhakta" (devoto) y "pura" (ciudad) y ratifica su nombre por la cantidad de templos que tiene. Fue fundada en el siglo XII por el rey Ananda Deva Malla bajo el nombre de Khwopa, para convertirla en capital de los rajás Malla. La ciudad estaría edificada en forma de triángulo formado por los tres templos del dios Ganesh a las afueras de la ciudad que protegen la misma. Hasta el siglo XVI  la ciudad dominó política y económicamente todo el Nepal. A partir de la conquista gorkha en 1769 la ciudad se encerró en sí misma manteniendo una autarquía e independencia tanto económicas como políticas.  Buena parte de sus habitantes, especialmente los más ancianos, no hablan nepalí, sino newari. La organización de la ciudad corresponde al arte de planificación newari, estando dividida la ciudad en diferentes barrios (toles) en torno a una plaza con un pozo o una fuente pública y un altar religioso.
En el pasado, la ciudad adquirió su hegemonía por su situación privilegiada en la ruta India-Tibet. Los impuestos y peajes cobrados a los comerciantes la reportaron gran riqueza. Cada otoño, los comerciantes traían ganado ovino desde Tíbet coincidiendo con la festividad nepalí de Dasain en la que se sacrifican animales macho a la diosa Durga. En su viaje de vuelta, los comerciantes llevaban grano, azúcar o inscripciones budistas. De aquella época proceden los apeaderos que vimos continuamente tanto en esta ciudad como en pueblos posteriores que visitamos, que servían a los comerciantes y habitantes del pueblo para resguardarse cuando las condiciones meteorológicas no eran muy buenas. Hoy en día los siguen usando como lugar de reunión o de descanso y es donde se veían los mejores ejemplos de los habitantes, sobre todo de hombres mayores que se reunían allí para hablar y ver pasar a los pocos turistas que visitábamos el lugar, ya que éramos los únicos de fuera en todos los lugares.




En esta ciudad y los pueblos, pudimos ver otras cosas típicas. Una de ellas son los trajes de las señoras de la zona, que es negro con ribete rojo, y las estampas de serpientes encima de las puertas ya que el 4 era el día en que hacían ofrenda para que la serpiente proteja sus casas. También vemos los tractores de la zona, y en esencia, la vida tranquila que llevaban en esta ciudad. Otra cosa típica de Bhaktapur son los talleres para la fabricación de terracota, que son a menudo al aire libre, poniéndose a fabricarlos principalmente en la plaza. En torno a ella, todas las calles aledañas se encuentran llenas de puestos con vasijas secándose y de tiendas donde venden sus productos. También se encontraba en los alrededores la materia prima, el barro con el que hacían las vasijas. La ciudad en principio vive de la agricultura, pero encuentran en la alfarería, sobre todo la negra, una entrada secundaria de ingresos.
Caminando por las calles de la ciudad llegamos a la plaza Taumadhi que posee el templo más alto de todo Nepal, de más de 40 metros y cinco techos, que es modelo de la arquitectura del país. Es realmente imponente y costaba mucho subirlo ya que los escalones son pequeños, tiene mucha pendiente y no hay barandilla, recuerda a las escaleras de las pirámides, aunque las vistas desde arriba merecían la pena. No se cayó durante el gran terremoto de la ciudad porque tiene igual altura de cimientos. Este templo Nyatapola está dedicado a la diosa Laxmi Siddhi y el dios Bhaiabnath, construido en menos de cinco meses por el rey Bhupatindra Malla en 1702 siguiendo los cánones arquitectónicos que se estaban modificando para encontrar nuevas formas de expresión. Las crónicas recogen las tensiones religiosas relacionadas con la construcción de este monumento.  El resultado es un edificio de gran armonía, que define normas y cánones de diseño de templos que se respetarán durante la dinastía Malla. Este templo se incluyó dentro del proyecto de desarrollo de Bhaktapur que comenzó en 1973, auspiciado por el gobierno de la monarquía reinante en Nepal y con la ayuda de técnicos alemanes. Se extendió hasta 1986. Se hizo una renovación urbana global, con dimensiones arquitectónicas, urbanísticas, sanitarias, culturales y económicas. El objetivo era mejorar las condiciones de vida de los habitantes, a la par que conservar y restaurar los monumentos de Bhaktapur. Durante las primeras fases del proyecto arquitectos e ingenieros, tanto nepalíes como alemanes, fueron capaces de renovar más de 170 edificios históricos, incluyendo 30 grandes proyectos de restauración y conservación de antiguas infraestructuras, como calles y conducciones de agua. Numerosos edificios tuvieron que ser adaptados a nuevos usos, como las escuelas y otros se orientaron a crear fuentes de ingresos, principalmente en el sector del turismo. Una de las características de los edificios es el uso de la madera tallada, que no es sólo un ornamento superficial, sino que se integra en los edificios.

Después fuimos a uno de los centros que abundan en Nepal donde pintan Mándalas que son diagramas o  representaciones simbólicas bastante complejas, utilizadas tanto en el budismo como en el hinduismo. Dentro de las múltiples técnicas de relajación orientales, se encuentra la de pintar mándalas, los cuales son publicados en libros parecidos a los de los libros de colorear de los niños, donde viene él mándala sólo dibujado con líneas y el resto en blanco dispuesto para colorear. En las fotos podemos ver cómo los creaban ahí, sentados delante del lienzo y usando pinturas e incluso oro para decorarlas. Partían de un lienzo en blanco donde delimitaban los límites del dibujo. Luego lo trazaban en lápiz, para comenzar posteriormente el coloreado. Se pueden comprar en los propios talleres a precios un poco más asequibles que en las tiendas.

Y así llegamos a la Plaza principal, llamada también Durbar y que es asimismo Patrimonio de la Unesco. En ella, destacan la multitud de templos que pudimos ver. Empezamos por el templo Fasidega, que es el blanco donde me subí para ver las vistas. Está dedicado al Dios Shiva y se accede a él por unas grandes escaleras. Fue hecho nuevo en 1934 tras el tremendo terremoto que asoló la ciudad y que destruyó el viejo. En esta plaza fue donde se rodó El Pequeño Buda, poniendo unas paredes de plástico delante variando el tamaño de la misma. El resto de la plaza está lleno de shikaras, templos, pagodas, todos ellos construidos de ladrillo, madera tallada o piedra.


Abajo se ve la puerta de oro que es por donde entraba el rey al Palacio de las 55 ventanas que reflejaba su poder ya que la gente de casta más baja sólo podían tener una, y él tenía toda la fachada llena. Hoy en día, el palacio no se puede visitar, y la puerta da acceso al templo Taleju, dedicado a la diosa Taleju Bhawani. Aunque dicho templo sólo pueden visitarlo los nepalíes, así que nosotros vimos unas puertas muy trabajadas, una señora que se enfadó porque quería dinero por las fotografías y unos baños en piedra. Enfrente de la puerta se ve la columna del rey fundador con su estatua de bronce y oro.

Por los alrededores había multitud de calles llenas de tiendas donde perderse y comprar mándalas, pashminas, y cualquier producto típico nepalí

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