Éfeso fue el siguiente destino en nuestro crucero (crucero atenas-creta-rodas-estambul-egipto). Fue una de las doce ciudades jónicas ubicadas sobre el mar egeo y un importante centro religioso, cultural y comercial. Nosotros visitamos sus ruinas. El problema fue que estábamos todo el crucero a la vez allí, así que aunque las calles principal son grandes, daba mucha sensación de agobio ya que las ruinas no son muy grandes y el tener 1500-2000 personas a la vez, era agobiante. Aun así disfrutamos del recinto, pudiendo ver templos antiguos, cuevas excavadas donde vivían en la antigüedad, columnas, arcos, etc. Dentro, se pueden ver las termas de Vario, el Odeón, la Vía de los curetos, la Plaza de Domiciano, la fuente de Trajano, el templo de Adriano, la biblioteca de Celso, la Vía de Mármol, etc. Como curiosidad vimos un friso de la Diosa Nike, que era dios de la victoria capaz de correr y volar a gran velocidad que tiene la forma de un tick, que fue de donde Nike cogió el nombre y el símbolo.
El Odeón era una construcción dedicada a competiciones de canto. Fue construida en el siglo II DC y tiene forma de pequeño anfiteatro. Recogía las reuniones de los administradores y senadores de la ciudad. Tenía más de 1400 asientos y a veces se usaba para espectáculos. Cada escalón está decorado con pies de grifo, así que debía ser un edificio de gran belleza. Justo al lado están los restos del Pritaneo que era el ayuntamiento de Éfeso. Se ven altas columnas de honor a artemisa que guarnecían el edificio donde ardía el fuego sagrado.
Después continuamos por la Vía de los curetos, que era una de las arterias fundamentales de la ciudad. Los curetos eran los sacerdotes encargados de llevar leña al fuego sagrado. Su nombre hace pensar que eran descendientes de los antiguos cretenses. Por el camino se ven las casas de la ladera, los baños ( a donde acudían los habitantes a buscar negocios y que tenía cerca la casa del amor o burdel) o el templo de Adriano. De este templo queda poco, sobre todo su puerta de entrada de estilo corintio. Destaca la cabeza de medusa para ahuyentar espíritus malignos. Fue dedicado a Adriano, a Artemisa y al pueblo de Éfeso en el siglo II.
La biblioteca es lo más destacable de todo el complejo. Fue construida por Aquila en el siglo II. Fue la biblioteca más grande de la antigüedad con más de 12000 volúmenes. Era un edificio majestuoso, aspecto que se ve por lo que se ha conservado de su magnífica fachada. En esta fachada destacan cuatro hornacinas que contienen figuras femeninas que simbolizan las virtudes de Celso, el padre de Aquila: Sophia, Arete, Ennoia y Episteme (sabiduría, virtud, inteligencia y ciencia). La fachada engaña a la vista, ya que parece mayor de lo que es.
Atravesamos la Puerta de Mazeo y Mitridates que está formado por tres arcos con gruesos pilares. Así llegamos a la Vía de Mármol que llevaba al Ágora inferior donde podían verse tiendas. Al final llegas al Gran teatro, que es el anfiteatro más grande del mundo para más de 30000 personas. Es del siglo III AC aunque no alcanzó su forma definitiva hasta el siglo IIDC. San Pablo predicó muchas veces contra los cultos romanos en este anfiteatro.
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