Al ir a un país budista,
como por ejemplo Nepal (viaje nepal), ves muchísimos aspectos muy curiosos que reflejan el carácter
religioso del país.
Una de las cosas que mas me llamo la atención fueran las
banderas de colores. Las banderas de oración de origen tibetano están todas escritas y reflejan oraciones que el viento esparce en
forma de alta vibraciones (geometría sagrada) alrededor de una comunidad
colmándola de bendiciones. Hay cinco colores básicos (según los cinco
elementos) y existen 20 mantras escritos. El viento las activa, y las lleva a
todos. Y cuando se desgastan, rompen o se decoloran, te recuerda esto, que la
vida es perecedera y que todo acaba, para volver a renacer, trasmutar, y
evolucionar nuevamente. Se deben cambiar por otras nuevas el año nuevo
Tibetano, que recae en Febrero del calendario gregoriano.
Otro aspecto muy
curioso son los molinillos de oración.
Estas ruedas de oración tibetanas las hacen girar los fieles mientras
recitan sus mantras. En estas ruedas se suele encontrar escrito el mantra
"Om Mani Padme Hub" en sánscrito (este mantra es la vibración resonante
que ayuda a que un ser humano capture las energías que iluminan), junto con
dibujos de dakinis y los ocho símbolos auspiciosos Ashtamangala. Según la
tradición budista tibetana, girar esta rueda tiene el mismo efecto que recitar
las plegarias, según dijo el guía, equivalía a 10.000 oraciones. Así, estas ruedas sirven para acumular sabiduría
y mérito (karma bueno) y para purificar los elementos negativos (karma
malo). El practicante hace girar por lo
general la rueda en sentido horario, en la dirección en la que los mantras
están escritos, que es la dirección del sol cruzando el cielo. A medida que el
practicante gira la rueda, lo mejor es focalizar la mente y repetir el mantra
"Om Mani Padme Hum".
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