Si vas con el coche o recorres con el coche Baviera y Selva
negra en Navidad, hay miles de mercadillos que visitar.
Uno de ellos, donde hicimos una pequeña parada viniendo de
España, fue el mercadillo navideño de Offenburg.
En teoría, debería haber sido un típico mercadillo alemán, así
que esperábamos bastantes puestos de comida, en especial de salchichas, algún
otro puesto de ropa, jabones, etc, pero la verdad que era un mercadillo “descafeinado”,
vamos, que no es un sitio que repetiré.
Para aparcar la verdad que es sencillo, porque tiene un gran
parking subterráneo al lado de la plaza central del ayuntamiento que es donde
se ubica el mercadillo navideño.
Este mercadillo cuenta con poco mas de 20 casetas, algunas
con comida, pero SIN SALCHICHAS, habiendo sólo los famosos langos de la zona (redondos
de masa sin sal con queso o jamón por encima) y vino caliente.
El resto, alguna caseta con ropa de invierno, gorros y
bufandas, perfumes y jabones, artesanías de madera y alguna otra artesanía adicional.
La verdad que lo mas relevante del sitio, no era el propio
mercadillo ubicado en la Alter Markplatz, sino andar un poquito hacia un árbol de
navidad gigante que se veía en zonas aledañas que era muy bonita de ver, con
edificios majestuosos, aunque la verdad que cero decoración navideña.
El pueblo en sí, de 60000 habitantes, tiene una gran
historia a pesar de su tamaño. La primera mención del pueblo aparece en
documentos históricos de 1148. Hacia 1240 ya había sido declarada como ciudad
imperial libre y pasó al dominio del Gran Ducado de Baden. Durante el estallido
de la revolución alemana en 1848, el “Programa de Offenburg” (que contenía trece
peticiones en el nombre del pueblo de Baden), fue hecho publico en la posada
Salmen en 1847. Fue la primera petición democrática en Alemania junto con las Resoluciones
de Karslbad onde demandaban derechos humanos y básicos, libertad de prensa y
una estructura fiscal progresiva. El 19 de marzo de 1848 las peticiones del
programa de Offenburg fueron confirmadas por los 20,000 miembros de la Asamblea
del Pueblo de la ciudad.
Así que el pueblo en si merece la pena conocerlo por su
historia y por sus edificios señoriales, aunque si sólo vas para ver
mercadillos navideños, puedes saltartelo de la lista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario