lunes, 7 de agosto de 2017

Carnavales en Venecia

Uno de los acontecimientos más importantes de Venecia son los carnavales. Es el cuarto viaje que me falta a la ciudad para verla ya desde un prisma totalmente diferente. 
La tradición de las mascaras surgió a partir de 1480 cuando la nobleza se disfrazaba para salir a mezclarse con el pueblo. Desde entonces las máscaras son el elemento más importante del carnaval. Los trajes que se utilizan son característicos de los años 1750 y abundan las maschera nobile, que es una careta blanca con ropaje de seda negra y sombrero de tres puntas. Después de 1972 se han ido sumando otros colores a los trajes, aunque las máscaras siguen siendo en su mayoría blancas, plateadas y doradas. En el año 1797 Napoleón Bonaparte derogó los festejos de carnaval, que fueron restablecidos en 1979 de forma oficial. Desde entonces la festividad da inicio cada comienzo de cuaresma.
Vais a ver por todas partes el famoso médico de la peste que tiene una curiosa historia. A lo largo del tiempo, más de 200 millones de personas murieron por el mal negro. Su nombre causaba pavor durante la edad media. Para combatirla aparecieron los llamados Médicos de la Peste, ataviados con un máscara con pico de ave, una máscara de gas primitiva, que contenía en su interior perfumes, a modo de filtro contra la fetidez que  emanaba de los apestados. Estos profesionales teorizaban que la Peste era transportada por un “aire maligno” que se apoderaba del sistema respiratorio de la víctima y posteriormente de todo su cuerpo. Por ello, se empezaron a vender repelentes antipeste que eran perfumes con olor muy fuerte. Estos repelentes comenzaron a introducirse en el pico de una máscara fabricada de roble y forrada en metal.
El atuendo se completaba con un largo abrigo de cuero, guantes y sombrero de ala ancha. En la mano derecha un palo blanco con un reloj de arena alado, utilizado para mover o examinar al paciente y otras personas cercanas. El pico de la máscara era a menudo rellanado de especias y hierbas aromáticas para purificar o neutralizar las mismas o "mal aire". Realizaba un doble propósito, disimular el olor cadavérico, parar los esputos y la posible ruptura de las pústulas bubónicas.
La ropa de los Doctores de la Peste también tenía un uso secundario: asustar y advertir a los curiosos. Su figura se convirtió en la imagen de la muerte, aves apocalípticas que con su presencia hacia huir a todo aquel que se cruzara en su camino.

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