Desde luego, en Vietnam (diario vietnam) nos pasaron varias cosas
entretenidas que hizo que el viaje fuera muy divertido.
Lo primero fue cómo llegamos hasta allí. Yo estaba
obsesionada, y esa es la palabra, en poder ver el mercado del norte del país,
que había leído que no mucha gente va, y que es algo realmente espectacular,
aspecto totalmente comprobado. Sólo es una vez a la semana, y tuvimos que
adaptar todo el itinerario para lograr verlo, y siempre pasaba algo que parecía
que me lo iba a perder, pero finalmente no, logre cuadrar todas las excursiones
y cerré todo para ir allí.
Para poder subir a Sapa tienes que ir en tren. Al ir de
viaje de "lujo", teníamos a nuestro guía con nosotros incluso en el
tren. La primera anécdota fue que el
señor no se fue a dormir en ningún momento¡¡¡¡ Nos enseñó la cabina, nos
dijo que llegábamos al dia siguiente, y se despidió. Bueno, pues me levante una
vez porqué me costaba dormir mucho con el ruido y el traqueteo y fui al baño. Ahí
estaba¡¡ Luego otra vez oí ruidos, salí fuera y se me presenta el guía con un
vaso en la mano y dice que está pasando un carrito con bebida y comida por si quería
algo, que era gratis :) esto ya como a las 2-3 de la madrugada¡¡
Y la segunda cosa que me paso fue que al llegar a Sapa me
encanto todo¡¡ Me volvía loca con los ropajes tan espectaculares de las señoras,
así que decidí comprarme unas faldas preciosas plisadas y con colores muy vivos
como los de los Hmong. Al día siguiente, para ir al mercado me la puse para
estrenarla ya que pensé que qué sitio mejor que ese.
Fue pisar el mercado y empezar a notar que me perseguían las
señoras por todos lados. También es verdad que no es un sitio muy turístico, y
no están muy acostumbrados a ver a gente de fuera, pero me sentía incomoda. Ya me pare un poco y me viene una señora
mayor y me toca todo el trasero¡¡¡ Puse una cara de no entender nada, y me
empieza a coger de la falda. Por supuesto, no entendía nada de ingles y sólo me
podía comunicar por signos :) Al cabo de 5minutos, otra tocada mas, y así ya perdí
la cuenta. Las señoras venían encantadas
diciéndome que era de su tribu, que era como ellas, que me faltaba la parte
de arriba como ellas, que me regalaban cosas, y yo ya me lo tome con risa, así
que aproveche para hacerme fotos con ellas y de sus costumbres, jejeje¡¡
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