La siguiente anécdota nos paso a un compañero y a mí en
Qatar, aunque la verdad con muchos que he hablado, les ha pasado en otros
destinos. mira mi diario a oman
Esta no es una anécdota graciosa, aunque hoy en día ya la
contamos riéndonos, pero en el momento nos dio un poco de miedillo.
La historia era que nosotros volvíamos desde Omán a Madrid,
haciendo escala en Qatar para coger el avión al día siguiente. Nos montamos en
el vuelo Oman-Qatar y al ir el avión medio vacío nos pusimos cada uno en una
ventanilla por si acaso veíamos algo de Qatar desde las alturas, jejeje. Vemos
que el avión enfila el aeropuerto, vamos viendo la costa, y vemos acercarse la
pista, así que ya estábamos contentos de aterrizar cuando a escasos metros, y
cuando digo escasos eran menos de 10 metros del suelo, de repente el avión sube
precipitadamente hacia arriba con una inclinación bastante pronunciada.
Aquí mi compañero y yo estábamos ya casi sin respiración...
Ni nos hablamos hasta que rápidamente se estabiliza el avión y vemos que en
nuestra ventanilla empieza a aparecer todos los rascacielos de Doha, y que volábamos
muy, pero que muy bajo...
Empezamos a hablar entre nosotros un poco nerviosos, porque
no nos habían dicho nada, y tras los atentados de las torres en EEUU, la verdad
que no nos quedábamos tranquilos sobrevolando un país árabe en un avión que no había
aterrizado.
Después de unos 10 minutos súper intensos, de repente el
comandante dice algo en árabe que no entendimos y por fin vino la explicación
en ingles, que menos mal que repitió dos veces porque hubo más de uno alrededor
nuestro que no le entendieron con los nervios.
Resultó que cuando iba a tomar tierra, vieron un avión en la
pista que no debería estar allí así que para evitar un choque, el comandante decidió
subir rápidamente.
Ya después de eso, nos tranquilizamos bastante y disfrutamos
de nuestro "vuelo gratuito" por encima de Doha que era como ir en un helicóptero
de lo bajito que íbamos pero con la seguridad de ir en un gran avión más
estable. La pena fue que no teníamos la cámara a mano y que por aquel entonces
los móviles no hacían buenas fotos, aunque no sé si hubiéramos sido capaces de
hacer alguna foto, jejeje, pero fue bonito ver edificios como el museo de arte
islámico o el skyline desde el aire.
Fue un buen susto que quedo en anécdota pero un mal trago
mientras no sabíamos que pasaba.
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