jueves, 15 de junio de 2017

Anécdota de viaje El Cairo,Egipto


Hace unos años me tocó irme a Egipto a presentar una oferta . Esta vez, al contrario de Omán, sabía dónde estaba en el mapa, además que había estado hacia unos años de breve visita viendo el museo egipcio y  las pirámides en un crucero por el mediterráneo 

El problema es que me toco ir en plena primavera árabe así que iba con mucha precaución. Tuve la suerte de que todas las veces que me tocó ir fue entre unas revueltas y otras, y la verdad, que aunque pensaba que iba a tener problemas, fue todo muy fácil.

Para empezar, siempre íbamos con alguien a todos lados, ya fuera chofer, alguien de allí, etc. También había muchísima mas seguridad en los hoteles, donde miraban con mucho cuidado bajos de automóviles, maletas, y pasabas siempre por arco de seguridad.

Es cierto que vimos edificios incendiados, en especial el de enfrente del museo, y algunas pequeñas manifestaciones, pero que no llegaban a violentas, y parecía mucho más inseguro y violento todo por la televisión que luego in situ estando allí.

Y con esto, presentamos la oferta, acudiendo para ello a una reunión. Vimos a todos nuestros competidores y vi que estaba yo sola de chica¡¡ La verdad que esto me sorprendió muchísimo, ya que toda mi competencia son grandes multinacionales, y pensaba que, aunque fuera sólo por estadísticas, debería haber alguna chica mas allí.

Así que estaba yo, aguantando muchísimas miradas y más de uno que oí en español diciendo que qué haría allí una rubita tan joven (siempre me han echado muchoss menos años de los que tengo)... Entré a la sala y me encontré con unos 10 militares del gobierno egipcio delante mío totalmente equipados y con sus armas y todo, con lo que pensaba que cómo iban a hacerme caso y mas en este país...

Pues nada más lejos de la realidad¡¡¡ Estuvimos más de una hora discutiendo de la oferta, tanto la parte técnica, la documentación entregada, etc, y en todo momento súper corteses, atentos y para nada haciéndome de menos pro ser mujer, así que sólo puedo decir que a veces los prejuicios son mayores de las propias personas, incluso de los propios españoles que me miraban fuera de la sala incrédulos, pero que luego la gente egipcia fue increíble¡¡

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