Nada más lejos de la realidad. Es cierto que hace unos
años era una forma de viaje cara y elitista, a la que fundamentalmente se
apuntaba gente mayor, pero hoy en día con la cantidad de ofertas que ofrecen,
es una forma tranquila y diferente de viajar y conocer nuevos sitios.
Yo soy una gran aficionada a ellos, tanto fluviales como
marítimos, aunque mis preferidos son los primeros porque tienes las ventajas de
un crucero pero sin la masificación que a veces hay en los otros, aunque
también carecen de muchas cosas que para muchos viajeros es importante, como
las enormes piscinas.
Con un crucero, puedes conocer 3-4, hasta 5 países
diferentes en un mismo viaje. Sólo tienes que deshacer la maleta una vez y te
embarcas en una experiencia única durante 7, 12 o 15 días recorriendo países.
Si tienes un espíritu más amigable, puedes conocer a
muchísima gente y hacer grandes compañeros de crucero. Incluso si quieres hacer
las excursiones por libre, siempre se suelen formar grandes grupos en los foros
de crucero para organizar grupos para conseguir mayores descuentos con
compañías externas al barco y suele funcionar muy bien.
Cada vez, más a menudo, te encuentras en los cruceros con
gente joven, familias con niños, etc. Para los niños y jóvenes, los cruceros
siempre ofrecen talleres y actividades en los que se juntan con niños de su
misma edad, y lo que da un poco de libertad a los padres.
Aunque el precio de un crucero pueda parecer un poco
elevado en un principio, hay que considerar que siempre va incluida la comida,
que puedes estar todo el día comiendo sin problema, y que además suele ser de
calidad. En muchos está incluido también el Todo incluido con lo que te
despreocupas de gastar en el crucero nada más excepto las tentaciones en las
que incurras en el Duty free o en el casino o en las excursiones que hagas en los puertos dónde se atraque.
Consejo final: Si nunca lo has probado y te llama la atención algún país
que tenga crucero, merece totalmente la pena la experiencia.
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