En mis viajes he podido
ver varias galerías en perfecto estado que son grandes centros comerciales y
siempre un punto de reunión y para recorrer en las ciudades. Muchas de ellas se
parecen entre sí, y de todas destaco estas tres que me parecen las más bonitas
de las que he visto y que son imprescindibles en las ciudades dónde se
localizan.
La primera de ella es los Almacenes Gum, en San Petersburgo, Rusia . Es un edificio del siglo XIX que ahora es un gran centro comercial
con marcas europeas a precios astronómicos, y establecimientos de hostelería de
estilo occidental. Tiene un techo de acero y vidrio que se hizo similar a las
estaciones de trenes del Reino Unido de la era victoriana. En los años
anteriores a la Revolución rusa, el edificio funcionaba de centro comercial.
Luego fue nacionalizado y Stalin albergó oficinas. Después se usó como su
mausoleo aunque en 1953 lo volvieron a utilizar como grandes almacenes y le
dieron el nombre de GUM. Hoy en día esta privatizado aunque decidieron
conservar las siglas originales. De noche es realmente espectacular la
iluminación y merece la pena la visita.
La segunda de ellas es la Galleria Vittorio Emanuele II, en Milan,
Italia , conocida como el salón de Milán, que fue diseñada por Mengoni
en 1865. La galería tuvo un trágico comienzo pues Mengoni falleció al caer de
un andamio poco antes de su inauguración. Se construyó para unir las dos plazas
más bonitas de la ciudad, el duomo y la Scala, y tiene forma de cruz adornada
con mosaicos. Su elemento más significativo es el techo de metal y cristal,
coronado por una grandiosa bóveda central. En el suelo hay diversos mosaicos
destacado Tauro que dice que si das tres vueltas pisándole los genitales trae
buena suerte.
La
tercera y última son las Galerías
St-Hubert en Bruselas, Bélgica que se inauguraron en 1847 por el rey
Leopoldo I, primer rey de Bélgica. Fue la primera galería comercial de Europa y
una de las más elegantes. Realizada en estilo neorrenancentista por Cluysenaar,
tiene una bóveda de vidrio que permite la entrada de luz. Está llena de tiendas
de lujo, las mejores chocolaterías de la ciudad, en especial Leónidas, y cafés
dónde tomar algo. Se convirtieron en un punto de reunión de la sociedad
acomodada en el siglo XIX. Víctor Hugo y Alejandro Dumas asistieron a
conferencias en este lugar.
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