Son numerosos los espectáculos tradicionales que puedes ver cuando
visitas otros lugares del mundo, y yo los veo una oportunidad buenísima para
apreciar la esencia de esos países y gran parte de su cultura que suele
reflejarse en esos espectáculos. Unirlo al de Sombreros del mundo y Trajes del mundo
En principio destacaría el espectáculo de Marionetas sobre el agua de Hanói
(Vietnam), que creo que es algo único y muy original que se puede ver
en dicha ciudad. El espectáculo que vimos fue
muy interesante a la par que único, ya que no se ve en ningún otro lugar del
mundo. Este espectáculo de marionetas acuáticas, roi nuoc, es un arte milenario
que se mantuvo desconocido fuera de Vietnam del Norte hasta los años 60. Sobre
su origen existen dos teorias: una que nacio entre los agricultores de arroz
que veian en el agua un gran potencial como escenario dinámico, y la otra
cuenta que se adaptaron a consecuencia de una inundación del Rio Rojo. Poco a
poco, el arte fue persistiendo y perfeccionandose hasta llegar a ser una de las
expresiones artísticas más emblemáticas del país. En esta representación se
narran cuentos y leyendas que fueron pasando de generación en generación y que
ahora forman parte de la narrativa popular vietnamita.
En el espectáculo hay musicos en directo y se representa
el arte en un pequeño estanque que imita los campos de arroz, y en medio
aparecen las marionetas, tanto de seres mitológicos, como campesinos.
Son 11 titiriteros que salen al final del número, que se
mueven con el agua hasta la cintura para ocultar los mecanismos utilizados, ya
que las marionetas pueden medir hasta 50 cmts, y pesar hasta 15 kg. Entrenan al
menos 3 años para la representación, y se transmitían los conocimientos de padres
a hijos. No se transmitía a hijas por miedo a que se casasen con alguien de
otra aldea y revelasen el secreto aunque hoy en día ya hay también chicas
titiriteras.
Otro espectáculo muy bueno es ver Danzas balinesas cuando visitas Bali . Nosotros vimos
dos en la zona de Ubud, que duran apenas una hora. La primera fue la danza de Barong contra Rangda que representan el
bien contra el mal. El Barong es un extraño pero buen perro-león. La historia
empieza con el bien, con un pequeño baile suyo con un grupo de hombres portando
kris (dagas tradicionales balinesas). Justo entonces aparece Rangda, con una
gran lengua y grandes garras. Durante el duelo, los hombres se clavan a sí
mismos las dagas ya que les hace entrar en un trance, pero entonces el Barong
interviene y lanza un hechizo para que dejen de hacerse daño. Finalmente, el
terrible Rangda se retira y el bien triunfa.
También vimos la danza
Legong, que es protagonizada por dos mujeres jóvenes que danzan a la vez,
como si fueran un espejo, moviendo las caderas, manos, ojos, al unísono. Están
vestidas con elegantes vestidos con brocados dorados, maquillajes muy
elaborados, cejas muy marcadas y pelo altamente decorado.
Otro espectáculo recomendable es el de Gion corner, en Kyoto (Japón) . En él puedes ver lo más
característico de la cultura nipona como la ceremonia de té, que es una costumbre introducida desde China por
los sacerdotes budistas Zen a finales del Periodo de Heian (siglo XII). Se
tomaba para evitar la somnolencia durante las largas horas de meditación. A
principios del siglo XIV beberlo comenzó a hacerse popular entre la gente. Un
sacerdote llamado Rikyu (siglo XVI) estableció, bajo la protección del Shogun
toyotomi, la forma actual de la ceremonia. También puedes ver cómo tocan el koto, instrumento de 13
cuerdas que se importó de China hace 1300 años. Al principio, este instrumento
se empleó en la Corte Imperial para tocar determinados Gagaku, música de la
Corte. Produce una música regia y con sonora solemnidad. El tercer acto
realizan Ikebana, arte floral. Los
japoneses tienen una larga historia de apreciación de las flores, desde el
siglo VI. En la técnica de la colocación se conjugaban sentimientos artísticos,
espirituales y religiosos. La cuarta es Gagaku,
"música elegante", que es la antigua música japonesa, danza y
canto. Se remonta a la dinastía Chang china y se introdujo en Japón en la Corte
en el siglo VIII. La quinta fue Kyogen
que es una especie de comedia corta que tenía lugar en los entreactos de las
representaciones del Noh. La sexta fue Kyomai,
danza de Kyoto, que surgió en el siglo XVII y se desarrolló durante la
cultura cortesana del período de Tokugawa. Kyomai adoptó la elegancia y
sofisticación de los modales de la Corte Imperial. Miyako odori, conocida como
la danza de los Cerezos, tiene lugar todas las primaveras, basada en Kyomai.
Estas representaciones son ejecutadas por Maikos y geishas. Lo último fue Bunraku o teatro de títeres que se
desarrolló durante más de doce siglos. En Kyoto empezó a cultivarse en el
período de Eiroku, siglo XVI, por Takemoto Gidaiu, dando origen al término
Gidaiubushi, dramas inspirados en la vida de los comerciantes de Osaka.
Otro espectáculo que poder ver por el mundo es ver danzas húngaras (Budapest). Vimos muchos bailes, siendo el más famoso el
csardas cuyo origen se remontan a los verbunkos húngaros del siglo XVIII,
utilizados como baile de reclutamiento por parte del ejército húngaro, empieza
muy lento y termina a toda prisa. Los bailarines son hombres y mujeres, yendo
estas vestidas con tradicionales faldas amplias, habitualmente de color rojo,
que conforman una forma peculiar cuando giran. Otro baile fue el Uveges tánc y
es una danza que la baila un grupo de mujeres con una botella sobre la cabeza y
que suele representarse en los suvenires como por ejemplo en las peonzas de
madera.
Otro espectáculo que puedes ver son las danzas típicas nepalíes en Nepal . Las vimos en un
espectáculo-cena en el restaurante Bhojan
Griha donde los bailarines reflejaban las costumbres típicas de los
nepalíes, como era la pesca, la agricultura y el baile de la luz, donde las
chicas bailaban con una especie de quinqués en la cabeza. Impresionante era ver
las manos, cómo las movían, y los adornos que lucían los bailarines.
Nosotros tuvimos la suerte de ver otro espectáculo, esta vez a
menor escala, que fue un pequeño espectáculo
de marionetas en el hotel de Khajuraho,
Indi. Una única
persona era capaz de mover las marionetas, hacer música y representar una
pequeña obra.
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