Destacando las diferencias fundamentales entre el cristianismo
y el cristianismo ortodoxo, podemos
decir que cuando los ortodoxos entran en el templo, dan una vuelta alrededor de
él, besan los iconos, encienden velas ante ellos, rezan. Pueden llevar hasta la
puerta septentrional del iconostasio un pequeño pan de forma redonda, llamado
“prosfora”, es decir, “ofrenda”, y dárselo al diácono o ministro junto con una
lista donde se recuerda a los vivos y a los muertos. Tampoco hay bancos en las iglesias,
como mucho a los lados para las personas más ancianas, permaneciendo todo el
tiempo la gente de pie.
La misa es mucho más larga que una misa cristiana que
suele durar 1 hora, siendo estas de 3 a 4 horas, además que se hace cantando,
sólo con la voz humana, como se hacían antiguamente en el cristianismo.
La comunión en los ortodoxos se da en una cuchara
mezclando la sangre de Cristo con el cuerpo. Además, se santiguan al revés, de
derecha a izquierda.
Otra diferencia importante es que la religión ortodoxa no admite imágenes tridimensionales para veneración, como las estatuas de santos, sino
únicamente imágenes planas o bidimensionales tales como pinturas o mosaicos,
tradicionalmente llamados iconos.
De ahí que las iglesias ortodoxas tienen altares formados
por iconos llamados iconostasios. En
Rusia están los más bonitos con diferencia con hasta 4 filas de iconos
representando a la virgen, los santos, escenas de la biblia, etc. En Rumania,
los iconostasios son más pequeños, pero en contraposición tienen muchísimas más
pinturas, de forma que todas las iglesias por dentro están totalmente decoradas
con santos, incluso la parte exterior de las mismas, mientras que en Rusia sólo
pasaba en algunas iglesias. Por ultimo en Grecia y Montenegro, los iconostasios
son mucho más pequeños, muchos iconos son de plata frente a los típicos rusos
de madera con pan de oro, y no suelen tener pinturas en la iglesia. Con respecto a las pinturas destacar que
forman un libro, de forma que la parte superior es el cielo, y las paredes son
la tierra. En la tradición ortodoxa, a Dios se le representa bajo la forma de
Jesucristo Pantocrátor. En la mano izquierda lleva el libro y con la derecha
bendice al Universo.
En la Iglesia ortodoxa se
pueden ordenar hombres casados, de tal forma que hay diáconos y presbíteros
casados, mientras que otros clérigos, tradicionalmente aquellos con votos
monacales, deben ser hombres célibes. Una vez ordenados no se pueden casar, o
volver a casar, si es el caso. Los obispos, a partir de la Edad Media, son
elegidos entre los monjes.
La Iglesia ortodoxa niega la
existencia del purgatorio por considerar insuficientes para aprobarlo las
indicaciones bíblicas. Sin embargo, se reza por las almas de los difuntos al
igual que en la Iglesia católica. Un aspecto que no vimos en Rusia era los dos
armarios o cajas para poner las velas, una para los vivos y otra para los
muertos que ya nos han abandonado.
La cruz ortodoxa es
ligeramente diferente. Es de ocho brazos. Sobre el eje vertical se encuentran
tres travesaños horizontales. El mediano es grande, para las manos del Cristo
crucificado. El travesaño horizontal superior recuerda la tabla con la
inscripción "Jesús Nazareno, Rey de los Judíos". En la tradición ortodoxa,
los pies de Cristo no están atravesados por un solo clavo, como en la católica,
sino con dos: uno por cada pie. Las investigaciones de la Sábana Santa de Turín
dicen que era así. El travesaño horizontal inferior es para los pies del
Crucificado. Uno de sus extremos está un poco alzado: muestra el cielo, hacia
el cual se dirigió el Buen Ladrón crucificado junto a Cristo. El otro extremo
se dirige hacia el infierno, el lugar destinado al ladrón que no se arrepintió.
Para la confesión, el que se confiesa se
arrodilla delante del clérigo, el cual le pone un pañuelo blanco sobre la
cabeza, que se inclina en señal de penitencia.
Otra característica de las iglesias ortodoxas como son los colores y el número de cúpulas que tienen. Si encontramos una cúpula simboliza al Único
Dios; si las cúpulas son tres, a la Santa Trinidad; si son cinco, a Cristo y
los cuatro evangelistas; si son siete, a los siete Sacramentos de la Iglesia;
si son nueve, a los órdenes de los ángeles; si son trece, a Cristo y los doce
apóstoles. El número de cúpulas puede llegar hasta treinta y tres, según el
número de años de la vida terrenal del Salvador, que eran las que tenía la
iglesia de Kizhi en Rusia.
El color de la cúpula es
relevante en la simbología del templo. El oro simboliza la gloria celeste. Los
templos más importantes y los dedicados a Cristo y a las doce festividades
principales de su vida tienen las cúpulas doradas. Las de color azul con
estrellas coronan los templos dedicados a la Virgen María, porque la estrella
hace recordar el nacimiento de Cristo de la Virgen María. Los templos dedicados
a la Santísima Trinidad tienen las cúpulas pintadas de verde, que es el color
del Espíritu Santo. Por último, los templos dedicados a los santos están
coronados por cúpulas de color verde o plateado.
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