Si vas a Japón y tienes tiempo, desde luego debes dormir
un día en un Onsen, que son unos balnearios donde cuidarte y descansar.
Nosotros fuimos a uno en Kusatsu que
es una ciudad ubicada en el sur de la Prefectura de Shinga, junto al lago Biwa.
Durante el período Edo, Kusatsu se desarrolló como un pueblo de posadas, en el
cruce de dos grandes calzadas, la Nakasendo y la Tokaido. La ciudad de Kusatsu
fue fundada oficialmente en 1954 con la unificación del pueblo de Kusatsu y
unos pueblos colindantes. La ciudad también se llama Eastern Yokozuna en honor
a un campeón de sumo de Japón.
Al llegar a nuestro hotel nos quedamos boquiabiertas, porque fue una
de las experiencias más bonitas de todo el viaje. Entras a tu habitación, que
es gigantesca, y lo primero que tienes que hacer es descalzarte para andar
sobre el tatami (estera de paja y junco). Tras eso, hay que ponerse el yukata (que simboliza la relajación y
el descanso y es un kimono de algodón) de tu hotel. Una vez hecho, puedes degustar un té verde que te echas en un
tazón sin asa llamado chawan, acompañado todo esto con dulces tradicionales (wagashi)
que te dejan preparado en una mesa baja. Para sentarte, dispones de unas sillas
con respaldo pero sin patas donde tienes que sentarte con los pies recogidos
por detrás. Tras tomar el té, nos dedicamos a hacer miles de fotos
inmortalizando la experiencia.
Por la noche, nos sacaron los futones y dormimos en ello. Aunque en
principio pueda parecer incómodo, era una gozada dormir en una especie de
colchón estirado en el suelo, y toda una experiencia, como fue lo vivido en el
Ryokan desde que llegamos.
Es importantísimo ponerse el yukata con el sentido correcto (el lado izquierdo se cierra sobre el derecho), ya que en sentido contrario en el budismo significa muerte. Por ello, mientras que esperábamos a todos para salir en excursión, se acercó la de recepción (okamisan) exaltadísima y la guía nos indicó que debíamos cambiarnos el sentido.
Es importantísimo ponerse el yukata con el sentido correcto (el lado izquierdo se cierra sobre el derecho), ya que en sentido contrario en el budismo significa muerte. Por ello, mientras que esperábamos a todos para salir en excursión, se acercó la de recepción (okamisan) exaltadísima y la guía nos indicó que debíamos cambiarnos el sentido.
Por la noche degustamos una cena típica japonesa, que consistía en muchísimos platos, casi todo
pescado, desde truchas arco iris, erizo de mar, orejas a la plancha, el
tradicional arroz, la sopa que acompañaba todas las comidas, anguilas, y un sin
par de exquisiteces más.
Y tras eso, nos dimos
un masaje en la habitación para terminar de relajarnos que se hacía de una
forma súper curiosa ya que te lo hacían con el yukata puesto y poniendo un
trapo para evitar el contacto en cualquier zona. Posteriormente, nos dimos una
vuelta por el hotel, aprovechando para hacer más cosas típicas japonesas como
jugar a los tambores, volver a repetir experiencia en el pachinko, e incluso
inmortalizar el momento usando un fotomatón. Lo gracioso de esto último es que
te haces las fotos y luego se pueden retocar, añadiendo fondos, estrellas, etc.
aunque lo malo es que todas las instrucciones estaban en japonés y que había un
tiempo limitado para hacerlo.
Por último, nos dimos un baño en el onsen del hotel. Estos baños son rituales de Japón y son
aguas a alta temperatura donde te puedes meter un rato. Lo peor de ello es que
te tienes que meter desnudo dentro, incluso siendo occidentales y no estar acostumbrado
a ello. Te dan dos toallas, una pequeña con la que se tapan las zonas impúdicas
(claramente las japonesas que son súper delgaditas ya que a las occidentales no
nos servía de mucho) y que sirve también
para lavarse o ponérsela sobre la cabeza para evitar desmayos por la
alta temperatura del agua, y otra grande con la que se envuelven mientras están
en el vestuario y que luego les sirve para secarse. Al salir del baño, que
también hay en el exterior, hay un sinfín de tocadores con múltiples cremas,
secadores, etc., para terminar el tratamiento de belleza.
Al tener unas temperaturas muy altas, no se
recomienda estar más de 5 minutos en el agua. Si quieres bañarte sólo, espera a
la noche que siguen estando abiertos los baños y no hay nadie. Por supuesto,
los chicos y chicas están totalmente separados en estos baños.
Para más información de Japón, visita mis Diarios de Viaje (Viaje a Japón )
Consejo final: Contrata una noche en un
Onsen y déjate mimar, cena la comida típica tradicional, date un masaje, hazte
algún tratamiento facial, juega con lo que encontraras en el hotel de
maquinitas y date un buen baño relajante en las aguas termales para ir luego a
dormir en el futon.
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