viernes, 1 de enero de 2016

Experiencia única en Japón: Dormir en un Onsen

Si vas a Japón y tienes tiempo, desde luego debes dormir un día en un Onsen, que son unos balnearios donde cuidarte y descansar. Nosotros fuimos a uno en Kusatsu que es una ciudad ubicada en el sur de la Prefectura de Shinga, junto al lago Biwa. Durante el período Edo, Kusatsu se desarrolló como un pueblo de posadas, en el cruce de dos grandes calzadas, la Nakasendo y la Tokaido. La ciudad de Kusatsu fue fundada oficialmente en 1954 con la unificación del pueblo de Kusatsu y unos pueblos colindantes. La ciudad también se llama Eastern Yokozuna en honor a un campeón de sumo de Japón.
Al llegar a nuestro hotel nos quedamos boquiabiertas, porque fue una de las experiencias más bonitas de todo el viaje. Entras a tu habitación, que es gigantesca, y lo primero que tienes que hacer es descalzarte para andar sobre el tatami (estera de paja y junco). Tras eso, hay que ponerse el yukata (que simboliza la relajación y el descanso y es un kimono de algodón) de tu hotel. Una vez hecho, puedes degustar un té verde que te echas en un tazón sin asa llamado chawan, acompañado todo esto con dulces tradicionales (wagashi) que te dejan preparado en una mesa baja. Para sentarte, dispones de unas sillas con respaldo pero sin patas donde tienes que sentarte con los pies recogidos por detrás. Tras tomar el té, nos dedicamos a hacer miles de fotos inmortalizando la experiencia.





Por la noche, nos sacaron los futones y dormimos en ello. Aunque en principio pueda parecer incómodo, era una gozada dormir en una especie de colchón estirado en el suelo, y toda una experiencia, como fue lo vivido en el Ryokan desde que llegamos.



Es importantísimo ponerse el yukata con el sentido correcto (el lado izquierdo se cierra sobre el derecho), ya que en sentido contrario en el budismo significa muerte. Por ello, mientras que esperábamos a todos para salir en excursión, se acercó la de recepción (okamisan) exaltadísima y la guía nos indicó que debíamos cambiarnos el sentido.

Por la noche degustamos una cena típica japonesa, que consistía en muchísimos platos, casi todo pescado, desde truchas arco iris, erizo de mar, orejas a la plancha, el tradicional arroz, la sopa que acompañaba todas las comidas, anguilas, y un sin par de exquisiteces más. 


Y tras eso, nos dimos un masaje en la habitación para terminar de relajarnos que se hacía de una forma súper curiosa ya que te lo hacían con el yukata puesto y poniendo un trapo para evitar el contacto en cualquier zona. Posteriormente, nos dimos una vuelta por el hotel, aprovechando para hacer más cosas típicas japonesas como jugar a los tambores, volver a repetir experiencia en el pachinko, e incluso inmortalizar el momento usando un fotomatón. Lo gracioso de esto último es que te haces las fotos y luego se pueden retocar, añadiendo fondos, estrellas, etc. aunque lo malo es que todas las instrucciones estaban en japonés y que había un tiempo limitado para hacerlo.

Por último, nos dimos un baño en el onsen del hotel. Estos baños son rituales de Japón y son aguas a alta temperatura donde te puedes meter un rato. Lo peor de ello es que te tienes que meter desnudo dentro, incluso siendo occidentales y no estar acostumbrado a ello. Te dan dos toallas, una pequeña con la que se tapan las zonas impúdicas (claramente las japonesas que son súper delgaditas ya que a las occidentales no nos servía de mucho) y que sirve también  para lavarse o ponérsela sobre la cabeza para evitar desmayos por la alta temperatura del agua, y otra grande con la que se envuelven mientras están en el vestuario y que luego les sirve para secarse. Al salir del baño, que también hay en el exterior, hay un sinfín de tocadores con múltiples cremas, secadores, etc., para terminar el tratamiento de belleza.
Al tener unas temperaturas muy altas, no se recomienda estar más de 5 minutos en el agua. Si quieres bañarte sólo, espera a la noche que siguen estando abiertos los baños y no hay nadie. Por supuesto, los chicos y chicas están totalmente separados en estos baños.

Para más información de Japón, visita mis Diarios de Viaje (Viaje a Japón )
Consejo final: Contrata una noche en un Onsen y déjate mimar, cena la comida típica tradicional, date un masaje, hazte algún tratamiento facial, juega con lo que encontraras en el hotel de maquinitas y date un buen baño relajante en las aguas termales para ir luego a dormir en el futon. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario