jueves, 21 de abril de 2016

Visitando el templo Fushimi Inari, Kyoto, Japón

Visitar Japón es, sin lugar a dudas, ver templos. Verás muchísimos y además debes seleccionarlos muy bien ya que no hay tiempo para verlos todos. Mira mi Diario viaje japon

Uno de mis preferidos es el templo Fushimi Inari. No está en la propia ciudad de Kyoto ya que hay que coger el tren, pero es muy fácil llegar allí. Lo más sencillo es ir a la estación de trenes de Kyoto y pedir un billete de ida y vuelta para Inari, que esta como a unos 10 minutos. Tener cuidado ya que deben ser los trenes lentos, porque nosotras a la ida cogimos uno rápido y se pasó la estación sin parar, así que tuvimos que bajarnos en la siguiente, esperar al tren de vuelta y volver una estación para atrás. Una vez bajas, el templo esta súper cerquita, como a 2 minutos o 3 andando.

Nosotras fuimos ya a última hora, ya que el resto del día lo habíamos tenido ocupado con excursiones, y la verdad que fue una experiencia única, ya que no había absolutamente nadie ni en la estación, ni por la calle, ni en el recorrido, así que todas las fotos las pudimos hacer totalmente solas. En dos ocasiones nos cruzamos con dos personas, pero tres minutos después habían desaparecido…La soledad, unido a la paz del lugar, la oscuridad, los ruidos de los numerosos animales que había cerca, hizo que finalmente no llegáramos a la cima ya que los 4km se nos estaban haciendo largos y nos empezó a dar miedo, pero cabe decir que Japón es un país ultra seguro.


Este templo es mundialmente conocido por tener miles de estos arcos que delimitan el camino por la colina (aunque a veces se bifurcaba y no sabías por dónde había que ir)  y es de los más famosos del mundo, entre otras cosas, porque apareció en la película Memorias de una Geisha en el 2005. El sitio, simplemente, te ponía los pelos de punta, por la magnificencia de ver miles y miles de toris uno detrás de otro, y el silencio sepulcral que había por no tener cerca ninguna población grande, y sólo oírse los animales del bosque. 

En la base de la colina se encuentra el santuario Go Honden y la puerta de Sakuramon. Tras recorrer los caminos de senderismo franqueados por toriis, se pueden ir observando varios santuarios o pequeños puestos de oración para ir preparándose durante la ascensión. Por el camino, se ven asimismo numerosas estatuas de zorros (kitsune) que son los mensajeros de Inari, llevando a menudo una llave para el granero donde se conserva el arroz en sus bocas.

Estos toris son arcos de madera, normalmente rojos o naranjas, que indican la entrada a los santuarios sintoístas, marcando la frontera entre lo sagrado y lo profano.


En general, los templos del dios Inari poseen el tori de acceso y muchos otros, erigidos uno detrás del otro, formando pasadizos, siendo el más famoso este templo. En él, cada tori que se ve es una donación de una persona que ha tenido existo en los negocios. Una parte es lisa mientras que la otra lleva escrito la fecha en que lo donaron y el nombre de la familia. Se considera que Inari protege las cosechas, así que se asocia este dios a la riqueza.  



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