Mi experiencia del finde pasado fue algo que refleja mucho
el día a día que vivimos y en cómo a veces las redes sociales distorsionan la
realidad.
Buscando un plan que hacer con niños para el fin de semana, vi
muchísimos posts hablando de los toboganes del Parque de Valdebebas, ubicados muy
cerca de la zona de Sanchinarro, a 15-20 minutos de la capital, dentro de la
comunidad de Madrid.
Todo el mundo hablaba maravillas del lugar, y la verdad que había
muchísima gente cuando llegamos pero mi experiencia fue muy contraria a la idílica
que muestran algunos blogs.
Para mí, lo mas importante, es que no lo considero un sitio
para niños, al menos no para muy pequeños. En contra de lo que había leído, yo
desde luego no recomiendo el subir a esos toboganes al menos hasta los 10 o 12
años.
Hay cuatro toboganes, uno tapado en parte en un extremo, dos
en forma de zigzag en el centro y otro recto en el otro extremo. Para subir,
hay una escalera, puedes subir trepando la montaña, o escalando ayudándote de
una cuerda.
Había mucha gente pero no había demasiadas colas, ya que
entre que subían escalando y se baja rápido, no se espera mucho entre bajada y
bajada. El problema para mi fue que los toboganes no son para niños, ya que
tienen una pendiente muy pronunciada y se va a demasiada velocidad, aparte que el
tramo final es demasiado corto así que la mayoría terminaban de culetazo en la arena.
Al ir tan rápido, vi más de una quemadura producida por la fricción con el
metal, y a más de un niño que estuvo a nada de estar en el borde en alguna de
las curvas de los toboganes de zigzag y caerse del tobogán.
En el recto fue peor aún, ya que en cada tramito, dabas un
salto y salías para arriba, con el riesgo que eso ocasiona.
Puede que exista una técnica y si te tiras totalmente
tumbado con las piernas muy abiertas, vas mas lento y a lo mejor no tienes
tanto riesgo, pero desde luego no es a un sitio al que vuelva a ir en muchos
años.
Por lo demás, la zona tiene cerca otras actividades, como
tirolina, aunque tenemos un problema similar, ya que los niños al pesar tan
poco, llegan al final con tanta velocidad que la sacudida cuando llega al tope
es demasiado “heavy” para mi gusto.
Hay dos o tres pequeñas zonas de sombra con un tejadito, que
para mi son muy escasas, en este caso por mi alergia al sol.
Luego hay dos columpios normales y unas excavadoras que para
manejarlas igualmente debes ser algo mayor para tener fuerza y poder moverlo.
Por último, no es accesible con carrito de niños, ya que
solo hay un tramo desde la entrada del parque llano, y el resto es una bajada
de arena suelta y piedras por la que es imposible bajar con un carro. Creo que había
un camino alternativo más llano, pero con una vuelta tremendísima para poder
llegar al mismo punto.
Como conclusión, yo no lo recomendaría para niños pequeños,
tal vez para adolescentes y recomendaría tener cuidado con lo que se lee y
recomiendan en internet ya que no siempre todo es tan bonito como lo pintan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario