En nuestro viaje a India nos asombramos con muchas cosas, no sólo por lo que muchos piensan antes de ir alli que es la pobreza, sino por todo lo contrario, ya que ves unos palacios, unos trabajos manuales tan impresionantes en paredes de templos, que te quedas sin habla.
Este es el caso de los templos de Khajuraho, uno de los puntos más impresionantes de todo el viaje. El nombre proviene de khajura (palmera datilera) que abunda en esta zona. De acuerdo con la leyenda, las puertas de la antigua ciudad de Khajuraho se hallaban decoradas de dos árboles khajura dorados. Esta ciudad es conocida por poseer un magnífico grupo de 25 templos que se pueden observar desde el avión y que han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1986. Se construyeron entre los siglos IX y X por la dinastía Chandela que es la que dominaba el centro de la India.
Este es el caso de los templos de Khajuraho, uno de los puntos más impresionantes de todo el viaje. El nombre proviene de khajura (palmera datilera) que abunda en esta zona. De acuerdo con la leyenda, las puertas de la antigua ciudad de Khajuraho se hallaban decoradas de dos árboles khajura dorados. Esta ciudad es conocida por poseer un magnífico grupo de 25 templos que se pueden observar desde el avión y que han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1986. Se construyeron entre los siglos IX y X por la dinastía Chandela que es la que dominaba el centro de la India.
Se los conoce por las esculturas eróticas, pero estas representan sólo una décima parte de las figuras que adornan los templos en verdad, asi que vamos a dedicar este post al otro 90%, que son las apsaras, bailarinas celestiales.
Estas bailarinas las puedes encontrar por todos los templos. Estan cinceladas en piedra arenisca de Kaimur, que permitia hacer trabajos alucinantes, ya que las figuras son totalmente realistas. Es como estar viendo obras de arte del renacimiento en Florencia pero en las fachadas de los templos de India. Es tal el detalle que tienen que les ves los pliegues en la ropa, trenzas de pelo, uñas.
Las imágenes se hacen en función del ideal hindú de belleza que se reflejan en los shilpashastras (tratados sobre arte): el rostro tiene que ser redondo como un huevo de gallina, la frente se compara con un arco, los ojos suelen ser largos con forma de pez, las cejas con la forma de las hojas del árbol de nim, el mentón como el hueso del mango, las manos y pies como flores de loto, el ombligo hundido, el talle de avispa y los pechos y caderas redondos.
Se ven apsaras y surasundaris representadas como mujeres jóvenes y voluptuosas con elegancia encantadora que están cinceladas con diferentes expresiones y bastantes veces con la postura tribhanga (se dobla una pierna y el cuerpo se halla levemente torcido en las caderas) que da sensación de equilibrio en la postura y la energía activa. Así, por ejemplo, las podemos ver mirándose en un espejo, pintándose el pie o la raya del ojo con khol, poniéndose ajorcas en el pie en forma de cascabeles, con minifalda y bolso...es admirable el gran trabajo que tiene cada escultura, ya que, aunque se repiten, ninguna es igual.
Estas bailarinas las puedes encontrar por todos los templos. Estan cinceladas en piedra arenisca de Kaimur, que permitia hacer trabajos alucinantes, ya que las figuras son totalmente realistas. Es como estar viendo obras de arte del renacimiento en Florencia pero en las fachadas de los templos de India. Es tal el detalle que tienen que les ves los pliegues en la ropa, trenzas de pelo, uñas.
Las imágenes se hacen en función del ideal hindú de belleza que se reflejan en los shilpashastras (tratados sobre arte): el rostro tiene que ser redondo como un huevo de gallina, la frente se compara con un arco, los ojos suelen ser largos con forma de pez, las cejas con la forma de las hojas del árbol de nim, el mentón como el hueso del mango, las manos y pies como flores de loto, el ombligo hundido, el talle de avispa y los pechos y caderas redondos.
Se ven apsaras y surasundaris representadas como mujeres jóvenes y voluptuosas con elegancia encantadora que están cinceladas con diferentes expresiones y bastantes veces con la postura tribhanga (se dobla una pierna y el cuerpo se halla levemente torcido en las caderas) que da sensación de equilibrio en la postura y la energía activa. Así, por ejemplo, las podemos ver mirándose en un espejo, pintándose el pie o la raya del ojo con khol, poniéndose ajorcas en el pie en forma de cascabeles, con minifalda y bolso...es admirable el gran trabajo que tiene cada escultura, ya que, aunque se repiten, ninguna es igual.
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